El actor, que se suicidó a los 63 años, quería volver a ser padre junto a su tercera esposa Susan Schneider. Por la depresión del artista, lo pospusieron
Más detalles van saliendo a la luz sobre la vida del actor Robin Williams tras su muerte el lunes pasado. Una fuente cercana al comediante reveló que falleció sin poder cumplir un gran sueño, tener un hijo con su actual esposa.
El allegado a la estrella confesó a Radar Online que Williams, de 63 años, y Susan Schneider, de 50, habían deseado formar una familia juntos, aunque el artista ya contaba con tres hijos de sus matrimonios anteriores, Zelda, Zak y Cody.
«Era un sueño para Susan comenzar una familia con Robin, pero fue imposible para ella quedar embarazada por su edad, pero ellos no perdieron la esperanza de que pudiera ocurrir», señaló el informante.
Sin embargo, Robin tenía miedo de dar este importante paso debido a su depresión, por lo que no llevaron a cabo el procedimiento para una adopción.
La enfermedad que Robin ocultó hasta el final
En una carta, Susan Schneider reveló que el actor «fue valiente mientras luchaba contra la depresión, la ansiedad y los primeros estadios de la enfermedad de Parkinson, de la que todavía no estaba preparado para hablar públicamente».
En otro tramo de la carta dada a los medios, Schneider señaló que «la sobriedad de Robin estaba intacta», dando por descartado que haya sido un bajón en el tratamiento lo que lo haya empujado a tomar tan extrema decisión.
Michael J. Fox confesó haber quedado en shock luego de enterarse que Williams sufría Parkinson, enfermedad con la que él viene batallando desde hace largo tiempo.
«Conmocionado al enterarme de que Robin tenía la enfermedad de Parkinson. Estoy seguro de que su apoyo a nuestra fundación fue anterior a su diagnóstico. Un verdadero amigo, le deseo paz», escribió en Twitter.
Fuente: Infobae
