“No griten, quédense quietas y nos dan todas sus cosas”, fue lo que dijeron ladrones a la familia Escalona, cuando se disponía a montarse en el carro dentro del estacionamiento del sótano del Centro Comercial Sambil.
Una de las cuatro víctimas (mujeres todas y que andaban con dos niños), quien prefiere resguardar su nombre, cuenta que los ladrones son dos chamos jóvenes, con pinta de sifrinos, bien vestidos y hasta con ortodoncia, pero cada uno armado con pistola.
Asegura que a menos de cinco metros, justo en la salida denominada Plaza Central, estaba un vigilante “que no hizo nada”.
A las damas las despojaron de celulares, carteras y monederos con documentos personales y luego de eso, los choros salieron caminando como si nada. Las agraviadas denuncian que ninguna autoridad del centro comercial se hizo presente ni se responsabilizaron por el robo.
“Uno viene a estos sitios porque supuestamente, son más seguros y nos vienen a robar, incluso delante de dos niños que quedaron traumados”.
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