El rey Juan Carlos I de España negó hoy estar «enfermísimo», y calificó su estado de salud como un «asunto de tornillos», en alusión las operaciones quirúrgicas de hernia discal y de cadera a los que se ha sometido en los últimos años.
El monarca hizo estos comentarios durante una conversación informal con periodistas tras clausurar el XIV Curso de Estado Mayor en la sede del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), en Madrid, acto en el que estuvo apoyado en dos muletas.
Un total de 144 militares, de los que 116 son españoles y 28 extranjeros recibieron el diploma acreditativo del XIV Curso de Estado Mayor, que iniciaron en septiembre del pasado año.
Entre los diplomados extranjeros hay militares de 26 países, entre ellos EE UU, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia o Marruecos.
El teniente coronel portugués Paolo Jorge Alves obtuvo de manos del rey la distinción como «número uno» de los oficiales extranjeros.
Vestido con uniforme de la Armada, el rey de España estuvo acompañado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y la cúpula militar al completo.
Este fue el segundo acto de carácter militar fuera de su residencia en el palacio de la Zarzuela, cerca de Madrid, tras la operación quirúrgica por hernia discal a la que se sometió el monarca a principios de marzo.
Al cerrar el acto de entrega de diplomas, Juan Carlos I brindó «por España», mientras que el ministro de Defensa le dedicó su brindis como «primer soldado, marino y aviador» del país.
En su intervención el jefe de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, almirante Luis Cayetano Garrido, se refirió a la situación de incertidumbre en el mundo y la existencia de unas amenazas sin fronteras.
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