El tipo de cambio oficial cerró agosto en alza. Ciertamente, se trata de un aumento discreto de 0,47% en comparación con la jornada anterior, que ubica el precio promedio de las mesas cambiarias en 7,8922 bolívares por unidad, muy cerca de romper la barrera de los 8 bolívares, algo que, se suponía, no estaba en los cálculos del Banco Central de Venezuela, según indicaron reiteradamente fuentes financieras consultadas por Banca y Negocios.
El dólar en las mesas cambiarias de la Banca aumentó 36,23% en agosto, casi la misma variación de 36,5% que reportó el mercado no oficial, según EnParaleloVzla.
No obstante, la agresiva estrategia de intervención ejecutada por el Banco Central de Venezuela, con la inyección de más de 400 millones de dólares a las entidades bancarias, permitió que la brecha entre ambas cotizaciones se redujera a 3,19% al cierre del mes, cuando llegó a pasar de 11%, mientras los precios se disparaban.
Este dato no es menor, porque desincentiva a dejar el tipo de cambio oficial como referente de precios, a pesar de los operativos de la Sundde, o a incrementar los precios al consumidor para compensar una fuerte pérdida cambiaria.
En lo que va de año, el valor del dólar en el mercado oficial se ha incrementado 71,67%, muy inferior a la variación de 268,75% registrada en el mismo período de 2021, de manera que se mantiene la desaceleración del precio del dólar, en línea con un comportamiento con tendencia similar de la inflación, pero agosto representa un revés en materia cambiaria, cuyo impacto en los indicadores de precios puede ser notablemente elevado.
De acuerdo con las estimaciones que maneja Aristimuño Herrera & Asociados, el BCV ha destinado más de 3.300 millones de dólares a su política de intervención cambiaria durante los ocho meses transcurridos en 2022, un monto que supera en más de 110% al costo de esta estrategia durante todo 2021, lo que parece explicar la desaceleración, junto con un control relativo de la emisión de liquidez, que se ha relajado mucho en las últimas semanas.
El ente emisor tendrá que mantener el esfuerzo para restablecer la tranquilidad en el mercado cambiario. Agosto, con la mayor variación de la tasa oficial del año, dio una señal clara: la inestabilidad es una amenaza persistente que se puede concretar en cualquier momento, y, con las presiones de demanda de divisas y de emisión monetaria para financiar gasto público, el riesgo se incrementa.
Banca y Negocios