Ismaaiyl Brinsley, el hombre que el sábado mató a sangre fría a dos agentes de policía en Nueva York, tenía numerosos antecedentes criminales y un pasado marcado por la violencia y la inestabilidad mental, según informaron las autoridades.
«Miren lo que voy a hacer», avisó el pistolero a los desconocidos que se encontraban en la escena, antes de dispararle a la patrulla donde se encontraban los agentes Liu Wenjin y Raphael Ramos.
Tras abrir fuego, Brinsley huyó y entró en una estación de metro cercana, donde se quitó la vida disparándose en la cabeza en pleno andén.
«Su madre dijo tener miedo de él y no lo había visto en un mes», explicó el jefe de detectives de la Policía de Nueva York, Robert Boyce, en conferencia de prensa.
Fuente: BBC mundo
Un memorial fue improvisado en el lugar donde fueron abatidos los agentes.
A sus 28 años, Brinsley había sido detenido en 19 ocasiones. Además, cumplió tiempo en la cárcel entre 2011 y 2013 por posesión ilegal de un arma.
El hombre escribió en las redes sociales que tenía planeado dispararle a dos «cerdos» en retaliación por la muerte del hombre negro y desarmado Eric Garner, quien falleció después de que un agente blanco le aplicara una llave de estrangulamiento al tratar de arrestarlo.
«Trágica pérdida»
El reverendo Al Sharpton aclaró, prominente activista por los derechos civiles, aclaró que la familia de Garner no tenía ninguna conexión con el atacante.
Líderes comunitarios han hecho un llamado a la paz y el alcalde de Nueva York Bill de Blasio ordenó que las banderas lucieran a media asta en señal de duelo.
En el lugar de los hechos se improvisó un memorial con flores y otros objetos en recuerdo de los dos fallecidos.
Los agentes Liu Wenjin y Raphael Ramos.
Por la noche se llevó a cabo una vigilia en memoria de los oficiales.
La policía dijo que Brinsley había tratado de suicidarse hace un año.
«Espero y rezo porque podamos reflexionar sobre esta trágica pérdida y así seguir adelante y encontrar un camino hacia la coexistencia pacífica», dijo Lucy Ramos, tía de Raphael.
Más temprano, el presidente de Estados Unidos Barack Obama telefoneó al jefe del Departamento de Policía de Nueva York, William Bratton, para expresarle sus condolencias y «total apoyo» para «cualquier tipo de asistencia» que pueda necesitar, informó la Casa Blanca.
A lo largo del día, la Policía de Nueva York ha recibido amenazas de posibles nuevos ataques por parte de varios individuos, casos que está investigando.
El hecho ocurre en un momento en que la policía ha sido fuertemente criticada por sus tácticas, especialmente después de la muerte Garner.
Varias decisiones judiciales, exonerando o absolviendo a los policías involucrados en incidentes, generaron protestas en todo el país.