El régimen de Nicolás Maduro levantó a principios de abril una antigua prohibición de actividades mineras en esos ríos, alejándose de la Asamblea Nacional controlada por la oposición, que condenó el decreto gubernamental la semana pasada.La medida de Venezuela de permitir la extracción de oro y diamantes en seis ríos en su región amazónica puede aumentar el daño ambiental y al mismo tiempo alentar la propagación del coronavirus, según activistas y legisladores.
El régimen de Nicolás Maduro levantó a principios de abril una antigua prohibición de actividades mineras en esos ríos, alejándose de la Asamblea Nacional controlada por la oposición, que condenó el decreto gubernamental la semana pasada.
Aunque tal minería ya ocurre ilegalmente, los críticos dicen que levantar la restricciones alentará una mayor minería, que durante años ha sido un semillero de enfermedades infecciosas, mientras el país trata de evitar la propagación del COVID-19.
“Hay una relación directa entre minería y el crecimiento de algunas epidemias como el paludismo, el sarampión y otras, así que en el contexto del coronavirus la actividad minera en estos ríos puede generar un ambiente propicio para el contagio con esta pandemia”, dijo Luis Bello, del Grupo de Trabajo Socioambiental Amazónico de Wataniba.
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Reuters
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