La estatal venezolana PDVSA comenzó el mes pasado a cambiar la mayoría de sus ventas de petróleo al pago anticipado, requiriendo que los compradores paguen la totalidad del valor de los cargamentos antes del zarpe, tras recientes incumplimientos, dijeron tres personas cercanas a la decisión a la agencia Reuters.
Los clientes exigen descuentos de hasta 47 dólares por barril sobre el precio de referencia global Brent, en comparación con descuentos de 35 a 38 dólares por barril a principios de este año.
La decisión también está creando problemas para exportar ante la acumulación de más de una docena de barcos cargados a la espera de permisos para partir y el alza de los inventarios del crudo insignia del país, que están por llegar a máxima capacidad.
La exigencia de PDVSA se produce después de que al menos tres petroleros abandonaron aguas venezolanas este año sin que los compradores pagaran los cargamentos.
El país, miembro de la OPEP, desde 2019 depende de empresas con pocos antecedentes comerciales después de que sus grandes clientes se retiraron debido a las fuertes sanciones de Estados Unidos.
Si la medida tiene éxito, PDVSA podría acelerar el flujo de efectivo proveniente de sus ventas, dijeron las personas.
Las nuevas condiciones de pago se comunicaron por primera vez en abril a empresas que intermedian en las ventas de petróleo venezolano, reduciendo drásticamente las exportaciones de mayo.
El volumen de crudo en espera a bordo de tanqueros que aún no tienen autorizaciones de zarpe casi se ha duplicado a 3,7 millones de barriles en lo que va de mes, desde los 1,9 millones de barriles de marzo, mostraron los documentos de PDVSA.
Los descuentos en el precio del crudo insignia del país, el pesado Merey 16, se han ampliado a medida que los intermediarios presionan por una compensación para aceptar el pago anticipado, dijeron dos comerciantes familiarizados con los acuerdos.
«Los intermediarios están exigiendo una tasa ridículamente alta de casi el 8% por cambiar a prepago», dijo uno de los comerciantes.
Tras las sanciones comerciales impuestas por Washington a PDVSA desde 2019, la mayoría de los clientes occidentales de petróleo venezolano se han visto obligados a detener las compras, abriendo las puertas a negociaciones con empresas poco conocidas sin antecedentes comerciales. Decenas de estos pequeños intermediarios ofrecen ahora servicios de transporte de cargamentos, transbordo, reventa y entrega final.
Inicialmente, las autorizaciones de zarpe eran emitidas por las autoridades venezolanas al recibir PDVSA al menos un tercio del valor de los cargamentos en sus cuentas bancarias denominadas en euros, cubriendo la estatal con ello las regalías de los barriles exportados.
Los dos tercios restantes eran cobrados por PDVSA cuando los compradores finales recibían los cargamentos, luego de descontar costos de trasbordo, aranceles aduaneros y otros.
Pero algunas empresas incumplieron los pagos. La cantidad de embarcaciones que han abandonado aguas venezolanas sin pagar por completo el crudo ha aumentado desde el año pasado, en lo que PDVSA ha descrito en documentos internos como cargamentos «secuestrados».
Nuevas reglas
Los nuevos términos de PDVSA exigen un pago por adelantado del 100% antes de que zarpen los cargamentos, una transacción complicada ya que la empresa ha cambiado sus cuentas bancarias varias veces en los últimos años para evitar que los encargados de hacer cumplir las sanciones congelen los fondos.
«PDVSA no quiere ver desaparecer más cargamentos», dijo una de las personas familiarizadas con el asunto.
Los cambios comerciales podrían erosionar temporalmente la demanda de petróleo venezolano en China, su principal mercado, ante una mayor afluencia de crudos rusos e iraníes compitiendo cada vez más por clientes, dijeron los dos comerciantes.
El crudo Merey para entrega en puerto chino en julio se está cotizando con un descuento de entre 45 y 47 dólares por barril frente al Brent, dijo uno de los comerciantes.
Las negociaciones de última hora sobre los prepagos han obstaculizado la salida de algunos barcos y creado una acumulación de existencias de crudo en las instalaciones de mezcla de PDVSA, que combinan el petróleo extrapesado del país con crudos más ligeros producir variedades exportables.
Los cargamentos no entregados derribaron las exportaciones de petróleo del país en mayo al nivel más bajo en 19 meses y provocaron el cierre parcial de la principal estación de mezcla de PDVSA, que produce crudo Merey de exportación, según un documento de la compañía visto por Reuters.
«Se encuentra fuera de servicio la planta 1 de PetroSinovensa por altos inventarios de Merey 16 en los patios del terminal de Jose», señala un documento de PDVSA, fechado el 6 de junio.
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