Pacientes y empleados del hospital Rafael Rangel de Aragua de Barcelona denunciaron una supuesta “crisis” que atraviesa actualmente el lugar. El área de recién nacidos está un caos
El retén de niños sanos del hospital Rafael Rangel de Aragua de Barcelona se encuentra sin aire acondicionado desde hace dos meses.
Esta denuncia fue formulada por empleados del centro asistencial quienes prefirieron omitir sus identidades por miedo a represalias.
Un dependiente del personal obrero expresó que esta situación se presentó desde enero cuando el dispositivo aclimatador se dañó y nadie ha podido repararlo.
“El aire dejó de enfriar y nunca nadie vino a revisarlo. Se pasó un comunicado a la Gobernación de Anzoátegui y hasta ahora no hay respuesta”.
Las enfermeras han optado por improvisar. Una incubadora fue removida del retén y ahora se encuentra en el área de postparto.
Ante esta situación, cuando hay varios alumbramientos, los recién nacidos son “turnados” dentro del aparato. “Las enfermeras sacan y meten a los niños a cada rato. Eso no es justo”.
En la misma situación se encuentra la sala de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) o Cuidados Intensivos.
Los pacientes con problemas cardíacos, hipertensos o con lesiones cardíacas se ven obligados a soportar altas temperaturas cuando son remitidos a esta zona.
“Los familiares a veces optan por traer un ventilador porque los pacientes no pueden aguantar tanto calor ahí metidos”. expresó una de las enfermeras.
Actualmente el centro hospitalario cuenta con un sólo manómetro para atender a todos los enfermos.
Este dispositivo se utiliza para medir la presión de las bombonas de oxígeno.
“Andamos con ese aparato saltando de aquí para allá. Lo cuidamos como un tesoro porque es el único que hay”.
“No sirve nada”
El hospital cuenta con una planta eléctrica. En la actualidad, este dispositivo funciona a media máquina.
El aparato tiene el interruptor de transferencia automática de energía dañado. Sin este dispositivo, la unidad necesita ser activada manualmente.
“Imagínese usted que están operando a alguien y se va la luz, hay que salir corriendo y activar la planta con una palanca. Es una locura”.
Yoselin Romero espera su segundo hijo. Tiene miedo de parir en el hospital, pero no tiene a dónde ir.
“Dicen que el quirófano no está bueno, pero no tengo dinero para irme para Anaco a tener a mi bebé”.
El contacto con las autoridades hospitalarias no pudo ser establecido.
Pacientes solicitan ayuda gubernamental que permita solventar esta situación.
A pedazos
El gobierno regional invirtió seis millones de bolívares en reparacio- nes del área de hospitalización, sanitarios y quirófano a finales del 2014. En la actualidad, los baños no funcionan, la pintura está “pelándose” y las puertas no cierran.
Personal “hace milagros” para atender a los pacientes Foto: Robert Acosta
María A. Aguilera
El Tiempo