Un fideicomiso o fidecomiso es un contrato o convenio en virtud del cual una o más personas, llamada fideicomitente o también fiduciante, transmite bienes, cantidades de dinero o derechos, presentes o futuros, de su propiedad a otra persona (una persona física o persona jurídica, llamada fiduciaria), para que ésta administre o invierta los bienes en beneficio propio o en beneficio de un tercero, llamado fideicomisario.
Cabe señalar que, al momento de la creación del fideicomiso, ninguna de las partes es propietaria del bien objeto del fideicomiso. El fideicomiso es, por tanto, un contrato por el cual una persona destina ciertos bienes a un fin lícito determinado, encomendando la realización de ese fin a una institución fiduciaria en todas las empresas.
Los bienes afectados al fideicomiso no corren el riesgo comercial del fiduciante (el que transmite la propiedad de los bienes) ni del fiduciario (el propietario de los bienes fideicomitidos luego del vencimiento del plazo del contrato), puesto que el patrimonio que es objeto del fideicomiso no puede ser perseguido por los acreedores de ninguno de ellos, ni afectado por la quiebra de ambos o de alguno de ellos
En Venezuela, este instrumento financiero es muy utilizado tanto por personas naturales como por personas jurídicas con diversos fines. Por ejemplo, personas naturales utilizan este instrumento frecuentemente para la distribución de los bienes de una herencia. Muchas compañías utilizan este instrumento para la distribución de sus prestaciones sociales o para el pago de algún tipo de beneficio laboral a sus empleados.
Al cierre de enero del 2013, el total de Activos de Fideicomiso se ubicó en Bs. 134.883 millones, con un incremento de Bs. 3.750 millones (2,86%) en lo que va de año, y Bs. 16.634 (14,07%) en los últimos 12 meses.
Ver aquí Reporte de los Fideicomisos del Sistema Financiero Venezolano al cierre de Enero de 2013.