Las acusaciones de que funcionarios de seguridad canadienses espiaron un ministerio brasileño le dan a Canadá «una mala reputación en el mundo», dijo este miércoles un importante líder de oposición, ejerciendo más presión sobre el primer ministro Stephen Harper para explicar el incidente.
Thomas Mulcair, líder de la oposición oficial de los Nuevos Demócratas, calificó de «inaceptables» las acusaciones en un reporte de prensa de Brasil que decía que la agencia de seguridad de Canadá (CSEC por su sigla en inglés) tuvo entre sus blancos el Ministerio de Minas y Energía brasileños.
CSEC es el equivalente canadiense a la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense. Harper, cuyos camaradas conservadores han tenido un mal desempeño en las encuestas de preferencias de voto, dijo el martes en Indonesia que estaba muy preocupado por el reporte.
«Espiar activamente a ministerios y compañías de otros países para darle ventaja a compañías canadienses no sólo es ilegal, es irresponsable, y le da a Canadá una mala reputación en el mundo», dijo Mulcair en una conferencia de prensa.
«Los conservadores han demostrado que no tienen límites éticos de ningún tipo (…) esto es un gran error», agregó, y dijo que había evidencias claras de que la CSEC fue cómplice de espionaje industrial.
El jefe de CSEC, John Forster, no quiso ofrecer comentarios el miércoles pese a las insistentes preguntas de periodistas respecto a si la agencia realizó espionaje en Brasil.
Forster dijo durante una conferencia de prensa en Ottawa que todas las acciones de CSEC eran legales y eran objeto de escrutinio cercano de un comisario nombrado por el Gobierno.
Fuente: Agencias