El complejo contexto del país requiere profesionales especializados en diferentes áreas, que atiendan las distintas facetas de la crisis. Una de esas áreas es el derecho familiar y del niño. Es por ello que desde el año 2021 la UCAB mantiene un convenio de cooperación académica con el Centro Comunitario de Aprendizaje (CECODAP), ONG dedicada a la defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Gracias al apoyo de la oficina en Venezuela del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el acuerdo ha permitido a representantes de organizaciones civiles, así como a funcionarios públicos (entre ellos integrantes de Consejos de Protección, funcionarios del Ministerio Público y del Poder Judicial), formarse en el Programa de Estudios Avanzados (PREA) en Derecho de Familia y del Niño dictado por el Postgrado de Derecho de la universidad.
A la fecha son 44 los egresados de dos cohortes del PREA, que ofrece conocimientos para la comprensión de los diversos problemas que afectan a la familia, la infancia y la adolescencia, y brinda las competencias necesarias para aportar soluciones, con una visión transversal que va más allá de lo jurídico y privilegia los derechos humanos.
Para dar continuidad a este proceso formativo en pro del bienestar de los niños y jóvenes, el pasado 16 de octubre las dos instituciones renovaron la alianza. El convenio fue suscrito por el rector de la UCAB, Arturo Peraza, S.J., y por Carlos Trapani y Abel Saraiba, coordinador general y coordinador adjunto de CECODAP, respectivamente.
Al acto de la firma, realizado en el salón del Consejo Universitario, también asistieron Wendy Torres, oficial de Protección de UNICEF; la secretaria de la universidad, Magaly Vásquez, además de representantes de la Dirección del Postgrado de Derecho y profesores de los programas.
Según establece el nuevo acuerdo, los 22 egresados de las dos cohortes anteriores del PREA serán becados para continuar con la Especialización en Derecho de Familia y Niño, a la vez que otros 13 nuevos alumnos (representantes de organizaciones que trabajan en asistencia humanitaria y atención de los derechos de niños y jóvenes) conformarán una tercera cohorte del PREA, también completamente becados.
Fortaleciendo capacidades por los derechos de niños y adolescentes
Para el rector Arturo Peraza, S.J., este convenio es fundamental para la universidad y el país, porque busca ofrecer soluciones de cara a una «crisis de institucionalidad» que golpea de forma particular a la infancia.
El sacerdote jesuita señaló que las dificultades del sistema educativo, la emergencia humanitaria compleja, la situación en el Arco Minero y la migración masiva, entre otros asuntos, ponen en situación de especial vulnerabilidad los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Ante esto, resaltó el valor que tiene el hecho de que no solo representantes de ONG, sino también funcionarios públicos, se incorporen a estos programas formativos que buscan tener incidencia real sobre problemas colectivos.
«Los principales afectados desde distintas vertientes son los niños, niñas y adolescentes. Y eso nos preocupa de manera superlativa, nos genera un altísimo nivel de alarma personal, moral y social. Quisiéramos ver qué cosas podemos hacer para ayudar concretamente, cómo generamos vínculos inteligentes para salir del problema en el que se está. Escapamos de la lógica binaria del poder para preocuparnos de temas públicos. La incidencia pública tiene que ver con los intereses que nos son colectivos: niños, niñas y adolescentes como población vulnerable es un tema de altísimo interés», dijo.
Carlos Trapani coincidió con Peraza en que el acuerdo UCAB-CECODAP «es estratégico y necesario, sobre todo en los tiempos coyunturales que nos toca vivir», porque «contribuye a fortalecer capacidades».
Hizo hincapié en que la alianza se mantenga firme, a pesar de las obstáculos, por lo que agradeció el interés y soporte de UNICEF para hacerlo posible.
«Este espacio es valioso. El primer convenio lo firmamos con el padre Francisco Virtuoso S.J., y en sus palabras dijo que esperaba que el convenio rindiera frutos y fuera permanente. Honrando este deseo hemos logrado llegar hasta acá. Esto ha sido posible gracias a varias organizaciones; UNICEF, por ejemplo, más allá del indispensable aporte económico, nos brinda acompañamiento y estamos seguros que para ellos esta es una actividad estratégica», puntualizó el abogado.
En nombre de UNICEF, Wendy Torres sostuvo que la alianza ha cosechado frutos y ha contribuido con los objetivos que se plantea el organismo internacional, como parte de su trabajo de soporte a los derechos de la infancia en el país.
«Es el espacio que sigue aportando para que personas clave del sistema de protección continúen recibiendo ese fortalecimiento de capacidades, actualizándose y renovando el compromiso de proteger especialmente a los niños, niñas y adolescentes del país» , dijo.