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Confirmado.com.- Los internacionalistas Félix Arellano y Elsa Cardozo señalan que el primer paso, luego de que el nuevo Presidente de Colombia asuma el poder en agosto de este año, es restablecer las relaciones consulares. El gobernante Nicolás Maduro y los candidatos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández han mostrado disposición a la reanudación de los nexos bilaterales
Sofía Nederr
El próximo 19 de junio, Colombia decidirá quién será sobre su Presidente para los próximos cuatro años. Tanto los candidatos que se medirán, Gustavo Petro como Rodolfo Hernández, han asegurado que aspiran restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela y, a su vez, el gobernante Nicolás Maduro ha dicho lo propio.
En ese contexto, la intención de las partes de abrir canales bilaterales está manifiesta, faltaría ver de qué forma se concreta este paso fundamental para ambos países.
«La paz y la hermandad es lo que queremos con Colombia, gane quien gane la Presidencia en Colombia queremos paz y cooperación con Colombia y lo lograremos», aseveró Maduro tras conocerse los resultados de la primera vuelta presidencial celebrada el 29 de mayo.
En 2019, Maduro rompió relaciones con Colombia luego de que el presidente Iván Duque reconoció a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2015, como presidente interino de Venezuela. Aunque la ruptura no es una medida inédita en la historia binacional, el impacto sobre la frontera común es significativo dada la ausencia de coordinación para el abordaje de los problemas sociales, el intercambio comercial y la seguridad.
La internacionalista Elsa Cardozo expresa que, en primer lugar, es importante analizar la forma como los dos candidatos, que van a la segunda vuelta presidencial en Colombia, conciben la normalización.
“La visión que dan ambos candidatos es de interés en normalizar lo que es de interés más inmediato para Colombia, y que no parece tan complejo políticamente en la relación con Maduro, que es el tema del restablecimiento de las relaciones consulares”, indica.
Cardozo esboza que, en el caso del candidato Rodolfo Hernández, tiende a ser contradictorio con las cosas que dice. Pero su visión, añade, es muy pragmática en restablecer relaciones en la parte comercial.
Hernández ha dicho que una de las primeras tareas que debe emprender su gobierno es restablecer relaciones, al menos comerciales, con todos sus vecinos y aliados. En ese sentido, ofertó que, a las 4 p. m. del 7 de agosto (día en que asume el poder el Presidente de Colombia), se restablecerían las relaciones diplomáticas necesarias para la búsqueda de apertura de fronteras y exportaciones para nuestros productos.
“Desde el primer día de gobierno las relaciones comerciales con Venezuela serán restablecidas. La normalización aumentará el número de exportaciones de productos colombianos a ese país, reactivará el turismo y se podrán adelantar proyectos de impacto regional. Venezuela es un vecino que, en medio de bloqueos, está produciendo más de un millón de barriles de petróleo y necesita muchos productos que le podemos vender con todas las garantías”, enfatizó el candidato.
Asimismo, la internacionalista Elsa Cardozo puntualiza que Gustavo Petro es cauteloso en sus afirmaciones sobre la relación con Venezuela, “no se sabe si es por razones de estrategia electoral. Pero me parece que tiene sentido que lo sea porque no es un tema sencillo la relación con el gobierno de Venezuela. Habla de primero ocuparse de lo consular y después ya se verá, mucho depende de la respuesta de Maduro”.
Petro ha expresado que “el Presidente de Colombia no tiene algún poder sobre el Presidente de Venezuela y sin una autoridad formal por encima del Estado solo tenemos tres opciones: cooperar, agredir o aislarnos. Nuestro gobierno no será uno de aislamiento ni de agresiones. Colombia será conocida como potencia mundial para la vida. Esto significa que debemos cuidarnos de las sospechas guerreristas en la región. Por lo tanto, nuestro gobierno mantendrá canales de comunicación abierta con el gobierno democráticamente elegido de Venezuela”.
Además, la profesora Cardozo indica que si el nuevo gobierno de Colombia tiene la disposición de reanudar las relaciones con su homólogo venezolano debe hablar directamente de su reconocimiento al gobierno de Maduro. En ese sentido, destaca que Petro ya lo ha hecho en sus afirmaciones.
“En su cabeza, y en sus declaraciones, Petro lo tiene clarísimo, el tema es políticamente cómo lo maneja”, indica.
Otro aspecto es la posición dentro del Congreso de Colombia. Sostiene que allí el peso de los partidos tradicionales es muy grande.
Sobre este punto, el internacionalista Félix Arellano sostiene que, si en Colombia, gana Gustavo Petro, “el libreto está claro, asumiría a Miraflores como un nuevo aliado. En consecuencia, se restablecerá lo político, lo técnico y se restablecerán comisiones bilaterales, eso es lo que uno visualiza porque los sectores productivos y académicos colombianos han planteado la conveniencia de reiniciar vinculaciones con Venezuela”.
A su juicio, la incertidumbre se da en el caso de que el nuevo presidente sea Rodolfo Hernández.
“Si bien ha dicho que está muy interesado en los negocios, no ha dicho nada sobre el reconocimiento de Maduro, ahí creo que la situación irá con más lentitud, con más dudas, pero tienen los dos que bajar el tono porque con diplomacia de micrófono no se va a lograr nada”, enfatiza Arellano.
Primero lo consular
Asimismo, Félix Arellano cree que restablecer un mínimo de conversaciones es fundamental. Sin embargo, puntualiza, que la relación política es más compleja.
“Seguramente habrá que ir con más prudencia, pero creo que debería, muy prontamente, restablecerse las relaciones consulares que no se debían haber cerrado completamente, normalmente se cierran las diplomáticas para dar una señal dura. Pero las relaciones consulares involucran demasiados asuntos técnicos y que tienden a beneficiar a los más débiles, sobre todo porque es una frontera muy viva, donde hay niños que estudian del otro lado, comunidades muy integradas, problemas de salud”, expresa.
Arellano resalta que el aspecto consular involucra lo social, lo migratorio y lo económico. Cree que deben buscarse opciones al tema migratorio.
La profesora Elsa Cardozo afirma que, tanto gane Gustavo Petro o Rodolfo Hernández, lo consular se da por descontado y es una buena noticia por lo que significa tanto para los colombianos en Venezuela, y para los venezolanos en Colombia. Estos últimos, según Migración Colombia, son 1,8 millones.
Un aspecto que para Cardozo no debe obviarse es que Rodolfo Hernández es más pragmático y está viendo para resolver primero lo de adentro, esto en atención a su lema de que “la mejor política exterior es la política interior” y que se ocupará de lo que tenga que ver con Colombia. Recuerda que el mismo lema usado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en México.
“En esa óptica, Rodolfo Hernández lo que va a tratar es de resolver lo màs práctico en el aspecto consular”, acota.
Destaca Cardozo que para los dos candidatos que se medirán el 19 de junio el aspecto consular representa un problema mayúsculo.
“Para empezar porque el presidente Iván Duque ha manejado muy bien la migración venezolana, en el trato a los migrantes venezolanos y allí está el Estatuto de Protección Temporal y eso es algo que es importante mantener, pero eso supone también dedicarle recursos, y la propuesta de Hernández es que el gobierno venezolano aporte recursos para mantener los migrantes. Este tema debe ser manejado de manera muy política, con mucha mano izquierda y mucha sensibilidad”, señala.
Señala que otro aspecto fundamental para resolver entre Colombia y Venezuela es el tema económico debido a todos los problemas que genera la informalidad y los ilícitos.
Hernández, en su plan de gobierno, propuso diseñar una política migratoria solidaria con el pueblo venezolano, preservando los intereses y necesidades de los colombianos.
“Una vez restablecidas las relaciones diplomáticas y consulares con el vecino país, se concertará un programa en el que dicho gobierno financie la sostenibilidad de su población radicada en Colombia o que haga tránsito hacia otro país”, indicó.
Petro, por su parte, es partidario de una coordinación de las respuestas a la migración en instancias regionales como el Mercosur, Unasur y Alianza Pacífico, entre otros.
“En el caso de Petro, la migración aparece tres o cuatro veces en su programa de gobierno en diferentes apartados, cuando se habla de integración social de población vulnerable, pero no como una dinámica específica”, refirió el periódico El Espectador de Colombia.
En su propuesta, el candidato indicó que, de los US$ 321 millones para atender la migración venezolana en Colombia, “solo algo más de US$ 10 millones se destinan a proyectos de integración”.
Frontera viva
Un aspecto neurálgico en la relación bilateral entre Venezuela y Colombia es la seguridad fronteriza. Elsa Cardozo señala que este aspecto puede complicar la gestión del nuevo mandatario del vecino país.
“La forma de abordar esta situación en el caso de Petro debe ser diferente por su posición política y sus simpatías de izquierda a las formas de Hernández que deben estar màs centradas en la coordinación y la cooperación militar”, afirma.
Por su parte, el profesor Félix Arellano advierte que la situación de la frontera bilateral es más compleja de manejar y debe haber una gran voluntad política de ambas partes.
“Pero cuando uno oye comentarios de que en los negocios y mafias fronterizas hay vínculos con el poder, la situación se torna más difícil, allí va a haber un status quo que no quiere cambiar”, concluye.
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