Un grupo de refugiados del Sambil La Candelaria expresó que tienen tres años en la espera de la adjudicación de sus viviendas, mientras tanto, les toca vivir en condiciones de higiene deplorables y hacinados.
Rosa Matos, en representación de los refugiados, aseguró que llevan tres años viviendo en condiciones de «pobreza» peor que cuando estaban en sus ranchos.
Afirmó que desde hace dos semanas las tuberías de los baños colapsaron, que viven hasta 10 personas en un cuarto pequeño donde tienen cocina, comedor y camas en el mismo espacio, que en el sitio hay ratas y cucarachas, entre otros problemas. En consecuencia, los vecinos claman por una pronta adjudicación de sus viviendas en Distrito Capital.
Sin clases
Los más de 200 niños que viven en el refugio tienen una semana sin clases, ya que el espacio habilitado como escuela no puede ser usado, porque está contaminado por aguas negras.
Fuente: ÚN