¿Sabías que las personas que modifican su estilo de vida, al bajar de peso (10% de su Índice de Masa Corporal), ingieren más vegetales, consumen fibra, hacen ejercicio, y disminuyen el consumo de refrescos, reducen hasta en 58% el riesgo de padecer diabetes?
Durante la Cumbre Sanofi 2014, celebrada en Cancún, Quintana Roo, el director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS), Simón Barquera, afirma:
“Si tan sólo la gente empezara a hacer pequeños cambios en su vida, como caminar, comer fibra, reducir el consumo de la cantidad de azúcar que ingieren, podrían bajar de peso y reducir su IMC y con ello evitar el desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes”.
El médico Barquera indica que hay más de 10 millones de mexicanos con esta enfermedad; aunque la mitad de ellos no lo saben y de esta cifra, sólo el 25% tiene un tratamiento oportuno.
“Lo que no sabe la gente es que si hay factores de riesgo como el sobrepeso, obesidad, antecedentes familiares o la gente empieza a adelgazar sin razón de ser, son alertas roja de que podrían desarrollar esta enfermedad”.
De acuerdo con el médico Barquera cada año fallecen en México 83 mil personas por diabetes: “Sólo en el 2010, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) gastó 14 mil millones de pesos para tratar enfermedad”.
Qué hacer
Una de las iniciativas del Gobierno Federal desde hace cuatro años es regular la publicidad que ven los pequeños, para empezar a frenar la obesidad infantil que trae como secuelas enfermedades metabólicas como la diabetes:
“Es algo que se está discutiendo actualmente, pero aún faltan muchas cosas por aprobar, pero sin duda, el hecho de que se exhiba menos contenido calórico puede funcionar”.
Eso es lo que le corresponde al gobierno, pero la gente en sus hogares pueden hacer elecciones inteligentes como empezar a leer las etiquetas nutricionales, preferir una manzana a un mini chocolate, que aunque tengan las mismas calorías, la fruta tiene fibra y el azúcar no va directo a tu páncreas”.
Fuente: salud180