Caracas, octubre de 2025 – Un equipo de expertos económicos y petroleros ha desarrollado una propuesta integral destinada a rescatar la economía venezolana, con un enfoque principal en la revitalización del sector petrolero a través de la atracción de inversión privada y una profunda reforma fiscal.
Así lo reveló el economista Gustavo García, ex profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y exfuncionario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), durante el conversatorio “Política Fiscal Petrolera y Crecimiento para Venezuela”. El evento fue organizado vía online por el Grupo Ideas para Venezuela, dirigido por el ingeniero Elías Matta.
El economista García inició su ponencia contextualizando la severa crisis: el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela se sitúa actualmente en aproximadamente $100 mil millones, una fuerte contracción desde los $357 mil millones alcanzados en 2013. La producción petrolera es de solo unos 800 mil barriles diarios, a pesar de que este sector genera el 90% de las divisas del país.
El plan que se está delineando tiene como meta ambiciosa alcanzar una producción de 4 millones de barriles diarios en un plazo de 10 años. Este logro, combinado con un crecimiento económico promedio del 10% anual durante 15 años, permitiría a la nación recuperar el nivel del PIB de 2013.
García enfatizó que el sector petrolero será la “locomotora” que impulse este crecimiento, citando ventajas competitivas como bajos costos de extracción y una infraestructura existente que requiere únicamente reparación y modernización.
La propuesta aborda la actual “presión fiscal expropiatoria” mediante: Esquema Fiscal Transitorio Especial: Diseñado para crudos pesados y extrapesados. Tasa Competitiva de Impuesto Sobre la Renta (ISLR): Con una sobretasa variable ligada al precio del Brent, buscando maximizar el volumen de producción.
El economista subrayó la necesidad de abrir el sector a la inversión privada al 100%, eliminando la obligatoriedad de asociarse con PDVSA. Además, se propone garantizar la no retroactividad de las leyes fiscales para generar la confianza requerida por los inversionistas. Incentivos como la depreciación y amortización acelerada se plantean como herramientas clave para la recuperación temprana de la inversión en un ambiente de alto riesgo.
García reconoció los desafíos que representan la deuda de PDVSA, calculada en más de $50 mil millones, y el alto riesgo país. Sin embargo, argumentó que el Estado debe priorizar la inversión en capital humano (educación, salud, pensiones), delegando la recuperación operativa y la inversión del sector petrolero en el capital privado global.
“Se mató la gallina de los huevos de oro,” afirmó el experto, añadiendo que “el Estado venezolano se tiene que dedicar a recuperar todo el espacio del área social que tiene que ver con el venezolano como capital humano”.
Finalmente dijo que este plan, que busca sentar las bases para un crecimiento sostenido, la creación masiva de empleo formal y el retorno del talento venezolano, será presentado públicamente en los próximos meses tras alcanzar el consenso con el liderazgo opositor.