Bajo una lluvia helada, un grupo de venezolanos y también exilados cubanos y de otras naciones hispanas se alinearon en silencio a lo largo de la sede de la Organización de las Naciones Unidas el mediodía del miércoles para llamar la atención de la diplomacia internacional, sin que ningún burócrata se acercara.
Además de portar banderas y pancartas denunciando «violaciones reiteradas a los derechos humanos» por parte del gobierno de Nicolás Maduro, la mayoría cubrió sus bocas con cinta adhesiva negra para condenar la censura de los medios televisivos en Venezuela y «el silencio cómplice de los presidentes del mundo», según comentaron.
Al estar alineados frente a la reja, los activistas cubrieron la larga fachada de la ONU, caminando desde la calle 42 hasta la 47, a orillas del East River en Manhattan. Al final sonaron cacerolas y se entonó el Himno Nacional un par de ocasiones.
Algunas pancartas cuestionaban la legitimidad del gobierno de Maduro y otras condenaban la escasez de alimentos y la inseguridad, bajo el lema «nos están matando», citando los más de 200 mil asesinatos reportados los últimos 15 años tras la llegada de Hugo Chávez el poder.
Luego de las realizadas el viernes y el lunes en Times Square, ésta fue la tercera concentración de la comunidad venezolana en Nueva York en condena a los «asesinatos, detenciones, abusos y torturas» generados en las protestas escenificadas en diversas ciudades venezolanas los últimos días. Los organizadores prometen mantener una «agenda solidaria activa» de condena a la situación en Venezuela.