El camino para que las “notas de protesta” por trato discriminatorio que está gestionando Panamá contra Venezuela en la Organización Mundial de Comercio (OMC) generen algún tipo de sanción es “largo y engorroso”, pero de concretarse pueden derivar en un encarecimiento de las exportaciones hacia ese país y, a corto plazo, el impasse podría agravar el desabastecimiento, según el profesor de economía de la UCV, Humberto García Larralde.
El pasado 5 de marzo, el presidente, Nicolás Maduro, rompió las relaciones diplomáticas y congeló las económicas y comerciales con Panamá, alegando injerencia en sus asuntos internos.
García Larralde señala que el reclamo de Panamá está justificado porque hay discriminación cuando se viola la cláusula de la nación más favorecida, que obliga a la extensión automática de cualquier mejor tratamiento que se le dé a otra parte de un mismo acuerdo, en este caso a otro miembro de la OMC. “Al poner aparte a Panamá y negar la entrada de productos provenientes de ese país, se está discriminando, y el objetivo de la OMC es velar por que el comercio fluya de la manera más libre posible y respetar las normas internacionales, entre ellas no discriminar”, dijo.
El ministro de Comercio e Industria panameño, Ricardo Quijano, informó a agencias internacionales que también están en negociaciones con otros cuerpos internacionales por las medidas “de facto” que tomó Venezuela al excluir de la venta de dólares a cualquier ciudadano venezolano que quiera viajar, invertir o enviar dinero a Panamá.
Leer más en: Emen
Sharay Angulo
