Millones de turcos están llamados a manifestarse el domingo por la tarde en Estambul, en la última de una serie de importantes movilizaciones tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio.
Los seguidores del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Recep Tayyip Erdogan salieron a manifestar cada noche desde el levantamiento militar en el que murieron 273 personas incluidos 34 conspiradores.
La gran manifestación por «La democracia y los mártires» está convocada a las 14:00 GMT en la plaza de Yenikapi, en el litoral del mar de Marmara, con una fuerte presencia policial de 15.000 agentes.
Un enorme dispositivo gratuito de transporte público reforzado facilitará la llegada a los ciudadanos y hasta 7.000 autobuses traerán participantes desde otras ciudades.
Altos cargos del gobierno incluso anticiparon cifras de «entre tres y cinco millones», informó este domingo la cadena NTV.
La movilización contará con la participación del presidente, Recep Tayyip Erdogan; el primer ministro, Binali Yildirim, y los dirigentes de dos de los tres partidos de la oposición, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu y el nacionalista Devlet Bahçeli, mientras que Selahattin Demirtas, presidente del partido izquierdista y prokurdo HDP, no ha sido invitado.
El primer ministro, Binali Yildirim, ha enviado una circular a los miembros del partido, afirmando que en la marcha no se admitirán consignas partidistas, con el objetivo de promover la unidad. «Va prevalecer el espíritu de una nación, una bandera y un Estado», advirtió.
El programa de la marcha estipula que al comienzo sonará el himno nacional y que después se van a recitar versos del Corán, informó la agencia oficial Anadolu.
Tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio, una masiva purga se ha saldado con unas 60.000 destituciones y detenciones, sobre todo en el ejército, la justicia, la prensa y la educación.
Erdogan anunció anoche que «la amenaza del golpe no se ha superado aún» y prometió continuar sin descanso las purgas en la Administración para apartar de sus cargos a simpatizantes de la cofradía islamista de Fethullah Gülen, a la que responsabiliza del golpe.
Gülen, un predicador turco residente en Estados Unidos desde 1999, cuya cofradía era hasta 2013 un firme aliado de Erdogan y el partido islamista gubernamental, el AKP, ha negado toda implicación en la asonada.
Hasta ahora, unas 15.000 personas fueron detenidas por supuestos lazos con la orden religiosa y más de 50.000, la gran mayoría en la enseñanza, fueron suspendidos de sus cargos.
Infobae