“Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper”
¿Qué es el destino? ¿Existen de verdad las almas gemelas? Seguramente muchos de ustedes se habrán preguntado esto en algún momento de sus vidas, y por supuesto, quedado con una duda existencial tan grande como sus ganas de conseguirla.
La concepción de las ‘almas gemelas’ señala que en la vida, encontraremos personas con las que tendremos cierta conexión o afinidad profunda a nivel emocional, sentimental, intelectual y/o sexual. Una energía que se expande simplemente al verse o sentirse cerca el uno del otro, más allá de cualquier contacto físico.
Existe una leyenda asiática que básicamente explica este vínculo especial en el cual el espacio-tiempo simplemente no existe, y versa así:
“Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo.
Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: ‘Aquí termina tu hilo’. Pero al escuchar esto, el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la niña se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. En el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente”.
El hilo rojo del destino es originario de Asia oriental, no se conoce exactamente su origen pero sí, que está presente tanto en la mitología china como en la japonesa.
Este mito supone que cada persona, desde su nacimiento, está atada por un hilo rojo alrededor del dedo meñique o el tobillo, y que este lo une a otra persona, manteniendo así el principio de dos almas que se pertenecen.
Se dice que son los dioses quienes se encargan de amarrar a esos dos cuerpos que están destinados a encontrarse en un momento concreto; para ayudarse, estar juntos o hacer un aporte importante en la existencia del otro de manera determinada. De hecho, según la versión china es el antiguo dios Lunar –regente de los matrimonios- el artífice de este hecho.
La premisa más difundida sobre esta leyenda habla que ese cordón mágico se puede estirar, enredar o contraer, pero nunca romperse.
Sin embargo, aunque muchos piensen que solo se refiere al amor de pareja, la leyenda del hilo rojo tiene un significado mucho más grande. Abarca la relación que existe entre padres, madres, hijos, hermanos o amigos.
Incluso para los japoneses, cuando un hijo es adoptado se admite el hecho de que la vinculación entre sí, existe desde siempre a través de ese cordón.
Otro dato curioso sobre este puente de almas, es que la leyenda comenzó al saberse que la arteria cubital conecta el dedo meñique con el corazón, concebido para los orientales como la fuente más pura de amor. De ahí que muchas personas pacten promesas al entrelazar estos dedos.
Algunos autores o estudiosos en la materia han hecho referencia a esta temática en sus escritos. Tal es el caso de Paulo Coelho en “Brida”, Brian Weiss en “Almas gemelas” o Ann Hood en “El Hilo rojo”. Incluso el dúo venezolano de música urbana Chino y Nacho, usaron esta historia para crear la visual de su tema “Andas en mi cabeza”.
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