El Atlético había dado la plantilla por cerrada a la espera de encontrar equipo para Siqueira, pero el último día de mercado volverá a ser movido para el equipo rojiblanco.
Raúl García quería irse al Athletic y así se lo manifestó tanto al club como al cuerpo técnico en los últimos días. De modo, el Athletic y el Atlético de Madrid han llegado a un principio de acuerdo para su traspaso. El conjunto vasco se había interesado en repetidas ocasiones por el navarro durante los últimos años, pero hasta ahora siempre había recibido una negativa como respuesta.
Raúl, de hecho, iba a ser titular en Sevilla. Así lo había decidido Simeone, que hubiera dejado en el banquillo a Óliver Torres. Pero la postura del 8 ha aconsejado finalmente no tirar de él, de modo que ni siquiera está en el banquillo del Pizjuán. El Atlético había viajado con 19 futbolistas, así que estaba obligado a hacer un descarte.
Dos motivos han resultado fundamentales para que el internacional opte por un cambio de aires: por un lado la oferta que le ha hecho llegar el Athletic, en principio por cuatro temporadas y que elevaría notablemente sus emolumentos, y por otro la sensación de que esta temporada apenas iba a contar con minutos, a pesar de que, conviene insistir en ello, estaba prevista su titularidad en el Pizjuán.
Con esta baja, todo apunta a que el Atlético tendrá que mover una ficha que bien pudiera pasar por la continuidad de Siqueira. El lateral estaba a punto de salir, pero el hecho de que se libere una plaza como la del que hasta ahora ha sido su compañero permitiría desde el punto de vista económico su permanencia en la plantilla como alternativa para Filipe Luis en el lateral izquierdo. Eso sí, el que también podría salir perjudicado es el canterano Lucas Hernández, cuyo rol exclusivo pasaría a ser el de cuarto central.
Desde el Atlético se insiste en que no llegará un fichaje aunque se marche un futbolista con el que se había conversado en repetidas ocasiones a lo largo del verano, aunque nunca había tenido tan clara su decisión. Conviene, en todo caso, que no se descarte movimiento alguno: llega el 31 de agosto y el Atlético vuelve a encontrarse con un problema que solucionar.
Fuente: Marca.