Raju, el elefante que lloró de emoción, conoció el amor

Raju, el elefante que lloró de emoción, conoció el amor

Tras soportar 50 años de torturas, un grupo de conservacionistas lo rescató y lo llevó a una reserva en Mathura, al norte de India. Allí conoció a Phoolkali.

 

Las historias de ambos elefantes tienen muchos paralelismos. Al igual que Raju, Phoolkali fue rescatada.

 

Los miembros de la ONG Wildlife SOS la encontraron dos años atrás, muriéndose de hambre y de frío en un bodegón abandonado. Entonces la llevaron al Centro de Cuidado de Elefantes de Mathura.

 

Cuando esta semana vio llegar a Raju, su alegría fue instantánea. Podía notarse que se trataba de un animal que también había sufrido mucho.

 

Ella insistió a sus cuidadores para compartir con él su primera cena. Terminaron comiendo juntos visiblemente cómodos el uno con el otro.

 

El amor que está recibiendo de Phoolkali, y los cuidados de las personas que lo rescataron, están haciendo posible que Raju, un muerto en vida hace solo unas semanas, recupere la esperanza y los deseos de vivir.

 

 

 

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Raju (derecha) y Phoolkali

 

 

 

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Raju (derecha) y Phoolkali

 

 

Tras pasar medio siglo sometido a todo tipo de abusos, había sido rescatado el pasado 4 de julio. En un operativo sorpresa realizado a la medianoche, un grupo de conservacionistas británicos ingresaron al lugar de cautiverio, en la región de Uttar Pradesh, al norte de India, y lo liberaron.

 

El equipo estaba compuesto por diez veterinarios y expertos en vida silvestre, que fueron acompañados por 20 funcionarios de Medio Ambiente y dos policías. Venían siguiéndole el rastro de hacía un año.

 

El rescate se organizó inmediatamente después de que un tribunal ordenó a su dueño, un hombre que lo utilizaba para pedir monedas en la calle junto a un grupo de mendigos.

 

«Raju estaba encadenado las 24 horas del día, un acto de intolerable crueldad. El equipo estaba asombrado de ver las lágrimas caer de sus ojos durante el rescate. Fue muy emocionante. Sabíamos en nuestros corazones que se daba cuenta de que lo estábamos rescatando», contó Pooja Binepal, miembro de la organización Wildlife SOS-UK, en diálogo con The Mirror.

 

«Los elefantes son animales majestuosos y muy inteligentes. Apenas podemos imaginar lo tortuoso que fue el último medio siglo para él. Hasta que lo liberamos, nunca había conocido lo que era caminar sin grilletes. Pero ahora sabe lo que es la libertad y va a aprender lo que es la amabilidad», agregó.

 

Las condiciones del cautiverio eran deplorables. Los maltratos físicos eran sólo una parte del calvario. Por ejemplo, estaba tan mal alimentado, que comía pedazos de papel y plástico que encontraba en el suelo.

 

Los grilletes tenían clavos que lo hacían sangrar todo el tiempo

 

«Sabemos muy poco de sus primeros años -dijo Binepal-, pero creemos que lo cazaron junto a su madre cuando era pequeño. Es común que los cazadores asesinen a las madres y atrapen a las crías con trampas de su tamaño. Luego, son golpeados y castigados hasta que se someten por completo a sus captores».

 

«El caso de Raju es particularmente trágico -continuó. Fue vendido una y otra vez, y creemos que tuvo hasta 27 dueños. Cuando lo encontramos, estaba en un estado patético. Por la noche dormía al descubierto y era utilizado por mendigos para pedir monedas desde el amanecer hasta el anochecer».

 

«No lo alimentaban correctamente, y estaba hambriento y exhausto. Había empezado a comer plástico y papel. Sus uñas estaban muy crecidas, y tenía abscesos y heridas por los grilletes con clavos que tenía en las patas», agregó.

 

 

 

Infobae

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