“¿Han visto? Ahora Capriles está diciendo que soy el hombre más rico de Venezuela”. El ministro y presidente de la poderosa petrolera estatal Pdvsa, Rafael Ramírez, se muestra incrédulo, pero luego sonríe y dice: “La próxima rueda de prensa será en mi casa, para que vean”.
“Es la misma casa de siempre, llevo allí 20 años”, insiste el ministro de Energía y Petróleo, uno de los hombres fuertes del chavismo que desde 2002 tiene la crucial tarea de gestionar la ingente renta petrolera del país con las mayores reservas del planeta.
Poco antes de la entrevista con AFP y la agencia económica Bloomberg, el candidato opositor, en un mitin en el centro de Caracas a una semana de las elecciones del 14 de abril, acusó a Ramírez de ser “el hombre más rico de Venezuela” y de ser “otro de los grandes enchufados de este país”, de aquellos “que dicen ser socialistas”.
Para Ramírez, las declaraciones del adversario del candidato chavista -el presidente interino Nicolás Maduro- se enmarcan en la guerra económica que sufre Venezuela por parte de la burguesía opositora nacional y extranjera con el fin último de desestabilizar al país.
El chavismo, en el poder desde 1999, acusa a la derecha de ser la culpable de varios de los males que azotan el día a día de los venezolanos, entre ellos la especulación, el acaparamiento y el desabastecimiento de productos básicos, que dispara la inflación, un 20,1 % en 2012, la mayor de América Latina.
Guerra al dólar paralelo
El gobierno prometió hace semanas una lucha férrea contra el dólar paralelo, consecuencia del control cambiario que existe en el país desde 2003 y cuyo valor cuadruplica el oficial, fijado en 6,3 bolívares el dólar tras la última devaluación en febrero.
Entre otras cosas, creó el SICAD, un nuevo mecanismo de asignación de dólares mediante subasta para empresas y particulares, y que está controlado por PDVSA, al ser el principal receptor de divisas del país, con el 96%.
La oposición y varios analistas ven en ese mecanismo otra devaluación encubierta, a pesar de que en la primera subasta del 26 de febrero, de 200 millones de dólares, no trascendió el valor al que se adjudicó la divisa.
“Los privados saben que lo que marca la economía no puede ser la loquera esa del mercado paralelo, nadie tiene que ir al mercado paralelo a que lo estafen“, asegura el ministro, que se muestra convencido de que el nuevo mecanismo contribuirá a tumbar el dólar paralelo.
“Aquí la gente sí que confía en el bolívar, lo que pasa es que hay sectores con alto poder de intermediación. ¿Quién financia las campañas de los medios contra la economía venezolana?”, agrega el ministro, acusando nuevamente sectores de la derecha.
Fuente: La Verdad