La situación petrolera de Venezuela se resiente en estos tiempos por la fuerte colocación de crudo ruso barato en China y por esto se ha debido ofrecer mezcla venezolana con descuentos de más de US$30 0 US$40, sostiene el economista petrolero Rafael Quiroz Serrano.
Toda esta situación ocurre debido a la guerra Rusia-Ucrania y las sanciones que Occidente está aplicando al petróleo de los rusos. Venezuela -también sancionada- está compitiendo entonces con Rusia “con el agravante de que sigue siendo transportado de manera furtiva por el riesgo de sanciones y con el detalle de ser un crudo de inferior calidad en comparación con el similar del país euroasiático”.
Explica Quiroz que está ocurriendo entonces una competencia entre aliados por el mercado petrolero;
“Se pueden ver varados millones de barriles en puertos de China, lo que estaría afectando a importaciones procedentes de Venezuela e Irán, según Bloomberg. Así, el gran mercado chino e indio va a verse disputado por los barriles procedentes de Rusia, Irán y Venezuela, y la solidaridad de Rusia e Irán hacia Venezuela será puesta a prueba. “En las puertas del cielo primero yo que mi padre,” dirán los rusos e iraníes”.
– Producción venezolana estancada –
El economista señala que mientras esto ocurre, “en Venezuela la producción petrolera mensual promedio se mantiene estancada por debajo de 700.000 barriles diarios (bd) en el primer cuatrimestre de 2022, exactamente 687.500 bd según fuentes secundarias de la OPEP”.
Esto sugiere que la capacidad de producción de PDVSA se ha visto mermada, entre otros factores, por la caída de la inversión y la acentuación de las sanciones estadounidenses, de manera que el incremento observado desde el segundo semestre de 2021 “ha sido solo posible por el convenimiento de intercambio de crudo por condensado firmado con Irán, y refrendado en reciente visita del ministro petrolero persa a Venezuela”.
Quiroz sostiene que PDVSA se quedó sin músculo financiero, agotada, saqueada y quebrada “por un modelo político divorciado completamente de cualquier lógica económica”.
Por eso llama a hacer reformas legislativas pertinentes y actuar ante el alerta inminente cuando en latitudes vecinas como Guyana y Brasil “los capitales fluyen masivamente para explorar y explotar reservas livianas en un contexto fiscal bastante competitivo”.
Los problemas de comercialización generados por las sanciones estadounidenses y los de calidad del crudo ofrecido por la petrolera estatal venezolana, dice el economista petrolero, han impedido que se sostengan las exportaciones y eventualmente se acopien en barcos y tanques en tierra (almacenamiento) que terminan por crear interrupciones en la cadena de producción, y provocan estancamiento en la producción de los pozos.
“Todo este panorama, algo sombrío para Venezuela, solo nos arroja -una vez más- la conclusión de que en nuestro país todo sigue dependiendo de la gracia del petróleo y que cada día que pasa somos más dependientes del “rentismo” petrolero”, dice Quiroz Serrano.
Fuente: Banca y Negocios