Quiero, pero duele

El dolor durante las relaciones sexuales con penetración es una queja muy frecuente en muchas mujeres (y hombres). Cuando se trata de la penetración vaginal, las causas del dolor pueden ser muchas, una de las más frecuentes es la falta de lubricación, esto ocurre porque muchas personas, por prisa o por “pasión” saltan la fase de los juegos previos, etapa clave para la respuesta sexual femenina. En este espacio de tiempo, además de explorarse mutuamente y darse la oportunidad de conocer el propio cuerpo y el de la pareja, ocurre la lubricación de la vagina lo cual facilita la penetración.

 

 

También ocurre que en ocasiones existe el justo protagonismo de los juegos previos y a pesar que  son gratificantes, ciertos saboteadores sexuales como el estrés (compromisos laborales, académicos, familiares, etc.) impiden el desarrollo de la respuesta sexual. No puedo dejar de lado el uso frecuente de algunos medicamentos que también pueden alterar esta fase, por lo que la asesoría médica es fundamental.

 

 

Por otra parte si se ha tenido educación sexual restrictiva y hay desconocimiento y/o culpa de la sexualidad, muy probablemente la intimidad sea incómoda o  se evite, causando a su vez conflictos personales y de pareja.

 

 
Otras causas como hacerlo en lugares inadecuados, con rapidez, por presión de la pareja o con temores a embarazos o infecciones de transmisión sexual, en definitiva limitan la libertad para concentrarse en la intimidad.

 

 

Si hay dolor desde el comienzo de la penetración, durante o después del coito, de forma constante, es necesario acudir a la consulta sexológica, para explorar causas y su adecuado tratamiento.

 

 

Si se trata de relaciones anales, se debe tomar en cuenta que esta zona no lubrica por sí sola, por lo que es necesario la estimulación progresiva. Un error frecuente en esta práctica, es la penetración directa y en muchos casos abrupta (por eso hay dolor), cuando lo ideal es comenzar con la estimulación apoyada en un dedo, luego dos y así sucesivamente.

 

 

Otra alternativa es utilizar juguetes sexuales para esta práctica específica hasta que resulte más agradable y pasar a la penetración con el pene si ambas personas quieren hacerlo. Recuerdo que es conveniente el uso de preservativo y reemplazarlo  por otro nuevo cuando luego de la penetración anal ocurre la  vaginal (o viceversa) para que no haya riesgos de infecciones.

 

 

Conectarse con la pareja física y emocionalmente y disfrutar del encuentro sexual es lo ideal en la intimidad. Si hay molestias o dolor, no dudes en buscar ayuda.

 

 

Eme de mujer

Comparte esta noticia: