Si se te hace conocido este panorama: comienza el año y quieres ponerte en forma, pero después de sólo una semana ya has perdido el impulso, puede ser que estés cayendo en algunos errores típicos de principiantes.
Lo que no
Empezar con mucha intensidad. Clásico que no has hecho ejercicios por años y de repente pretendes llegar y meterle al 100% de tu capacidad. ¿Sabías que cuando una persona comienza con ejercicios muy difíciles, rápidamente pierde interés y hasta se puede lesionar? Lo mejor es que comiences poco a poco y aumentes gradualmente el tiempo y la intensidad del ejercicio.
No hacer ejercicios de calentamiento, ni enfriamientos. Todo profesional sabe que para evitar lesiones debes calentar y enfriar tus músculos. Invierte mínimo 15 minutos para hacer que tu ritmo cardiaco suba y baje de forma adecuada. Estirarte hará que tu cuerpo adquiera mayor elasticidad.
Esperar que mágicamente cambie tu cuerpo. Recuerda que el cuerpo que actualmente luces es consecuencia de tu dieta y el poco o mucho ejercicio que has hecho durante años, así que no pretendas que cambie de la noche a la mañana. Si adquieres hábitos sanos, poco a poco notarás los cambios en tú físico, y para hacerlo de manera permanente debes mantener una disciplina, que requiere de tiempo y compromiso.
No buscar las mejores opciones. Antes de empezar un programa de ejercicio debes saber muy bien cuáles son los objetivos que quieres. Si quieres perder peso, tonificar, mejorar tu condición física o todo el paquete completo. Una vez que sepas lo que quieres, investiga qué opciones tienes para lograr tus objetivos. De todas las formas que encuentres, escoge la que más te guste y se adecúe a ti, a lo mejor encuentras que no eres una chica de gimnasio, pero sí de correr en el parque.
Fuente: Veintiantos