El cuerpo humano está diseñado para correr, entre otras cosas. Somos depredadores creados para sobrevivir y nuestro sistema músculo – esquelético responde a estas necesidades.
Ante esta fiebre de running que ha surgido en los últimos años, hay ciertos aspectos que deberíamos tener en cuenta. Sabemos que el sofá y el sedentarismo no son nuestros amigos, por más cómodos que resulten. Hay que moverse y correr resulta una actividad muy elegida por la población femenina por diversos factores. Sin embargo, no todas tienen las mismas aptitudes ni condiciones, por lo que cada una debe adecuarse a su nivel de esfuerzo y saber escuchar su organismo.
Desde ya no es necesario acabar maratones, ni siquiera 10 kilómetros. Para conseguir los beneficios de correr solo hace falta calzarse unas zapatillas apropiadas y ser constante. Para empezar, dos o tres veces por semana está muy bien como rutina de ejercicio.
Lo más importante es ser sensatos. Estamos exponiendo nuestras articulaciones al impacto, por lo que debemos trabajar de manera progresiva, respetando nuestros límites. Sin miedos y sin pereza pero con cabeza. Siempre es recomendable realizar una revisión médica específica antes empezar cualquier tipo de ejercicio físico.
Algunos beneficios del running que lo hacen un deporte fantástico:
Se queman muchísimas calorías. Este hecho es muy interesante para bajar de peso o simplemente para controlarlo.
Mejora cardiovascular. A las pocas semanas que lleves corriendo con regularidad notarás como mejora tu sistema cardio -respiratorio. Es excelente para trabajar tu corazón y tus pulmones.
Combate el estrés. Despeja nuestra cabeza del ruido mental; nos aporta fortaleza psíquica.
Tonifica tus piernas.
Enciende tu metabolismo.
Tips para runners:
Consulta un profesional para planificar tus entrenamientos.
La entrada en calor es importantísima para prevenir lesiones y tener una mejor perfomance.
Igual de necesario y obligatoria es la vuelta a la calma, bajando la intensidad antes de acabar y realizando estiramientos.
Siempre es mejor si fortaleces tus piernas y el core con ejercicios afines. Tampoco te olvides de tu tren superior.
Mejorar tu técnica va a hacer que corras de manera más eficiente y segura.
Huye de la monotonía, para crear adaptaciones necesitas estimularte con cambios programados. Opciones como series, tiradas largas o fartlek son muy válidas.
Aliméntate conscientemente.
Descansa apropiadamente para recuperarte .
Elige calzado según tu pie, pisada, peso y superficie por la que vas a pisar.
Es fundamental motivarse para conseguir regularidad y un estado de ánimo óptimo para ejercitarse. Estas son algunas sugerencias:
Visualiza objetivos. Puedes comenzar por proponerte una cursa de 5 km o 10 si ya llevas un tiempo corriendo, o bien, si ya tienes muchas experiencia y kilómetros en tus piernas y quieres un reto más exigente puedes pensar en una media maratón.
Busca compañía. Corre con amigos o con grupos de running. Compartir experiencias, sensaciones y gotas de sudor es muy gratificante.
Elige música que te incite a moverte. Aunque no es obligatorio, una buena sesión de melodías es muy resultona para empujar tus límites un poco más allá.
Cambia de escenario. No solo utilices la cinta del gym ni tampoco hagas siempre el mismo recorrido. Busca un tiempo y un espacio diferente, mejor si es en contacto con la naturaleza. A mi me fascina correr por la montaña o al lado del mar, me hace sentir muy vivo y en contacto con las cosas más sencillas y esenciales.
En definitiva, la vida se ve mejor después de hacer deporte y correr no es la excepción. ¡Anímate, muévete!
Fuente: Nosotras