Sadiq Khan trabajó como abogado especializado en derechos humanos y también fue miembro del Parlamento. Credit Kirsty Wigglesworth/Associated Press
LONDRES — Mientras Europa vive un auge de islamofobia y está dividida por debates sobre la inmigración y demás conflictos religiosos, étnicos y culturales, Londres eligió a su primer alcalde musulmán.
Sadiq Khan —líder del Partido Laborista que trabajó como abogado especializado en derechos humanos e hijo de un pakistaní que trabajó como conductor de autobús— fue el ganador de los comicios celebrados la semana pasada en la capital del Reino Unido.
Esta victoria lo convierte en uno de los políticos musulmanes más importantes de Occidente.
Londres no es una ciudad representativa del Reino Unido: casi una cuarta parte de sus habitantes son de origen extranjero, y una octava parte son musulmanes. Y Khan tampoco es el primer musulmán que alcanza un cargo prominente en Europa: Rotterdam, en los Países Bajos, tiene un alcalde musulmán desde el año 2009, y Sajid Javid es el secretario de Estado británico para los negocios.
Sin embargo, Khan, de 45 años, obtuvo una sorprendente victoria después de una campaña dominada por temas religiosos y étnicos. El Reino Unido no ha sufrido ataques terroristas desde 2005 y se considera que su población musulmana, en contraste con la de Francia, está bien integrada. No obstante, se estima que 800 personas han viajado desde el Reino Unido para enlistarse en el Estado Islámico.
El candidato conservador Zac Goldsmith atacó a Khan por haber defendido a los acusados con cargos criminales y también mencionó su oposición a la extradición de un hombre que luego fue condenado en Estados Unidos por apoyar al terrorismo. Goldsmith dijo que Khan le había dado “oxígeno y una coartada” a los extremistas. Cuando el Primer Ministro David Cameron repitió estas acusaciones en el Parlamento, fue acusado de racismo.
Khan defendió su trabajo como abogado especializado en derechos humanos y ha dicho que espera que Donald Trump —el virtual candidato presidencial republicano que pidió restringir el ingreso de musulmanes a Estados Unidos— “sufra una contundente derrota”.
La victoria de Khan también le ha dado un gran impulso a su partido luego de una mala racha electoral, expresada en la pérdida del apoyo popular en Escocia y dificultades para conservar a sus representantes en Inglaterra y Gales.
De acuerdo a las autoridades electorales de Londres, Khan ganó con el 56,8 por ciento de los votos, frente a un 43,2 por ciento de Goldsmith.
En su discurso de aceptación, Khan dijo que su elección “no estuvo exenta de controversia” y añadió que estaba “orgulloso de que Londres eligió la esperanza por encima del miedo y la unidad antes que la división”.
“Espero que nunca volvamos a tener una elección tan dura. El miedo no nos hace más seguros, sólo nos convierte en personas más débil y la política del miedo no es bienvenida en nuestra ciudad”.
El Partido Laborista perdió su gran influencia histórica en Escocia en las recientes elecciones.
Khan argumentó que, como un musulmán practicante, estaba preparado para enfrentar a los extremistas. “Soy un londinense, un europeo, un británico, un inglés, soy un creyente de la fe islámica y del patrimonio de Pakistán, soy un padre y un esposo”, dijo en una reciente entrevista con The New York Times.
El nuevo alcalde nació en Tooting, al sur de Londres, y creció en un complejo de viviendas públicas. Es el quinto de ocho hijos, su padre conducía un autobús y su madre era costurera.
En 2005, Khan fue elegido como miembro del parlamento y luego, en 2008 fue nombrado ministro para las Comunidades. En 2009, bajo el mandato de Gordon Brown, se convirtió en ministro para el Transporte. A pesar de que no fue uno de los ministros de más alto rango, se convirtió en el primer musulmán en asistir a las reuniones del gabinete y fue admitido en el Privy Council, un cuerpo ceremonial al que se ingresa luego de un juramento a la reina.
“Me llamaron desde el palacio y preguntaron: ‘¿Sobre cuál tipo de Biblia quiere jurar?’”, le contó Khan a la revista The New Statesman. “Cuando dije que el Corán, me respondieron: ‘No tenemos uno’. Así que llevé uno conmigo”.
Como alcalde tendrá gran influencia sobre el transporte y la planificación así como las responsabilidades de los servicios policiales, bomberos y los miembros de defensa civil. Entre sus mayores desafíos, tendrá que hacerle frente a la gran escasez de viviendas asequibles y la hacinada red de transporte público de Londres.
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TEPHEN CASTLE
New York Times