La verdad es que todo mundo se masturba, y en vez de andar compartiendo tips para hacerlo mejor, nos la vivimos burlándonos por que alguien lo hace, lo tachamos de fracasado, solitario, #foreveralone, inseguro, pervertido incluso. Empecemos por cambiar esas palabras por algunas positivas.
Masturbarme es descubrirme, gozarme, entender mi cuerpo y sus puntos de explosión. Es dedicarme tiempo y mostrarme cariño. Es una práctica sexual segura, que no me obliga a complacer a nadie más que a mí, que me permite entrar en contacto con mis miedos y llevarme al límite. Es hacerme el amor y sexarme hasta perderme en mí.
¿Díganme que eso no es hermoso? «Perderse en uno mismo». Ahora, para conseguirlo, hay que seguir algunos pasos, no sólo con respecto a la estimulación física si no a la emocional.
Prepara el ambiente
Olvídate de los clichés. No a todas les encanta la idea de las velas y la música de saxofón. Debo confesar que yo veo ‘The Matrix’ y no hay mejor estimulante. Eso sí, busca que el espacio esté cómodo, limpio y que tengas todo lo que necesitarás al alcance: dildos, lubricantes, plumas, telas, la camiseta del galán que huele exactamente como te gusta, las fotos que más te prenden. El chiste es que no tengas que moverte del lugar de acción.
Sedúcete
Mujeres y hombres sabemos que, cuando queremos sexo, no hay quién nos detenga. No importa si ese café era sólo para ponerte al día con ese amigo, si querías sexo, van a acabar en la cama. Así que aplica lo mismo para contigo. Masturbarse es un acto de autoseducción, no sólo de alivio. Entiendo perfecto que en menos de 6 minutos te provocas un mini orgasmo y con eso quedas tranquila por un par de ¿días, horas?, pero nada como de verdad dejarte llevar por tus propias caricias, ruidos y movimientos. Seducirte hasta perderte, recuérdalo. Así que acaríciate, juega con tu cabello, obsérvate en el espejo y deja que tus propios ojos te lleven.
No te conformes
¿Les ha pasado que aunque tienen muchísimas ganas de tener sexo, algo pasa durante la relación que se quedan cortas en ejecución y obvio, en resultados? Muchos de esos bajones son por falta de concentración. En serio, lo juro, falta de concentración. Por un lado te dejas llevar por el placer que sientes y por otro tu cuerpo no quiere hacer el esfuerzo de seguir haciéndolo. El sexo es muy parecido al ejercicio de alto rendimiento o al yoga: si te exiges de más, lo echas a perder; si te exiges poco, no disfrutas lo que podrías.
¿Lista? Ahora toca irte de cita amorosa contigo misma. ¡Que lo disfrutes!. /JM
Fuente: Veintitantos