Cuando se habla de bacterias se suele pensar en que son dañinas para el organismo. Sin embargo, existen bacterias que si se consumen son benéficas para el cuerpo humano.
Así como hay bacterias malas que pueden provocar enfermedades severas, como la salmonella, existen otras bacterias consideradas buenas, como es el caso de los probióticos, bacterias que ayudan a mantener saludable el organismo.
Estas bacterias buenas interactúan con el revestimiento intestinal para proteger al cuerpo de invasores dañinos. Ayudan a que el sistema inmunológico funcione correctamente, lo que significa una mejor capacidad tanto para combatir infecciones como para atenuar la inflamación crónica, dicen especialistas de Harvard.
Los probióticos son bacterias buenas para el cuerpo humano. Hay cientos de bacterias clasificadas como probióticos, pero la mayoría provienen de dos especies principales: Lactobacillus y Bifidobacterium, dentro de estas especies hay diversas cepas, indica la investigación publicada por el Dr. Allan Walker, profesor de nutrición en el T.H. de Harvard, Escuela Chan de Salud Pública.
Consumir probióticos ayuda a aliviar los síntomas de afecciones relacionadas con el intestino, como la enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome del intestino irritable, indica la investigación publicada en Harvard Men’s Health Watch.
Existen dos formas de obtener probióticos: mediante alimentos fermentados y productos de venta libre. Según la investigación del Dr. Walker, los alimentos fermentados son la mejor opción para adquirir probióticos, ya que los suplementos y fórmulas de venta libre no siempre están sujetos a la supervisión necesaria.
Los alimentos contienen probióticos después de pasar por lactofermentación, un proceso en el que las bacterias se alimentan del azúcar y el almidón de los alimentos para crear ácido láctico, que ayuda a conservarlo.
Además de los probióticos, los alimentos fermentados también pueden contener otros nutrientes valiosos como enzimas, vitaminas B y ácidos grasos omega 3, los cuales según la Asociación Americana del Corazón ayudan a reducir el riesgo de algunos problemas cardiacos.
Para gozar de los beneficios que aportan los probióticos, el Dr. Waker señala que es recomendable agregar más alimentos fermentados a la dieta, ya que estos además de ser una fuente de probióticos, contienen otros elementos benignos para la salud humana.
Yogur: No todos los yogures aportan probióticos. Para asegurarse de que un producto contiene probióticos, los especialistas indican que hay que buscar las palabras “culturas vivas y activas” en la etiqueta. Además, es recomendable optar por marcas simples y sin sabor, ya que contienen menos azúcar por porción que la mayoría de los yogures saborizados y a base de frutas.
Kimchi: El kimchi es un plato de repollo fermentado rojizo y picante que se puede encontrar en frascos en la mayoría de las tiendas de comestibles o mercados asiáticos.
Pepinillos: Los pepinillos se fermentan en agua con sal durante varios días, por lo que se consideran una buena fuente de bacterias probióticas. Los expertos de Harvard recomiendan elegir aquellos pepinillos que contengan sal marina en lugar de vinagre, ya que el vinagre detiene el crecimiento de bacterias buenas.
Miso: La pasta es un alimento básico en la cocina japonesa, especialmente en la sopa. Está hecho de soya fermentada con arroz integral y tiene un sabor fuerte y salado.
Kombucha: Esta bebida ácida de té fermentado se encuentra en muchos supermercados y tiendas de alimentos especializados. Algunas marcas tienen azúcar agregada, así que es recomendable revisar la etiqueta antes de comprar el producto.
Fuente: El Nacional
Por: Maria Laura Espinoza
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