Los Fitoesteroles son unos compuestos naturales vegetales presentes en pequeñas cantidades en nuestra dieta en productos tales como el aceite de girasol y la soja, muy similares al colesterol humano.
¿Qué propiedades tienen los Fitoesteroles?
La principal es que bloquean la absorción del colesterol a nivel intestinal.
El colesterol en sí no es malo, de hecho es imprescindible para la vida como parte de nuestras células. Lo que puede ser perjudicial son los niveles excesivos de colesterol y/o el desequilibrio entre los diferentes tipos de colesterol (HDL y LDL)
En nuestro cuerpo el colesterol está sometido a un metabolismo, unas rutas específicas muy determinadas de absorción, síntesis, distribución y excreción. Por una parte el colesterol se puede tomar como tal contenido en los alimentos de la dieta (colesterol exógeno) o podemos sintetizarlo (colesterol endógeno), de hecho esta es la vía que contribuye más a la cantidad global de colesterol en nuestro cuerpo.
Parte de el colesterol no utilizado se va a excretar al intestino en la bilis de forma intacta o bien degradado en ácidos biliares. En el intestino una parte de este colesterol se volverá de nuevo a reabsorber (junto con el colesterol exógeno tomado en la dieta) y otra parte se excretará finalmente en heces. Del 100% del colesterol presente en el intestino la absorción será de entre un 30 – 60%.
Los Fitoesteroles vegetales no son bien absorbidos por el tracto gastrointestinal (a pesar de ser químicamente casi iguales que el colesterol), por lo que su acción hipocolesterolémica se limita aparentemente al intestino, en donde se inhibe la absorción del colesterol tanto endógeno como exógeno. Los mecanismos por los que este efecto se produce no se conocen en detalle, puede que reduzcan la solubilidad del colesterol y/o que compitan con el colesterol por la absorción por parte de la mucosa intestinal.
La salud cardiovascular es obviamente una de las facetas más importantes de la salud general de una persona (y en su esperanza de vida), y uno de los factores más determinantes de esta salud cardiovascular es el nivel global de colesterol plasmático y la relación entre colesterol «bueno» (HDL) y «malo» (LDL)
Dentro de una dieta equilibrada para cualquier persona y especialmente cuando exista hipercolesterolemia sería aconsejable incluir, aparte lógicamente de mucha fruta y verdura poca grasa saturada, alimentos que también ayuden a equilibrar el colesterol, tales como: aceite de oliva, alimentos con proteína de soja (tales como leche de soja, tofu, etc.) o frutos secos (la almendra y la avellana son ricos en ácido oleico y en el aminoácido L-Arginina)
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Por Confirmado Massiel Bravo