Si quieres llevar una vida sana y plena, tendrás que alimentarte bien. ¿Cómo se supone que deberías hacer eso? Pues, para empezar, dándote cuenta de que estos alimentos no son tan saludables como parecen…
#1 Pan integral y multicereales
Se vende como el alimento más saludable en la lista de carbohidratos. Sin embargo, si en la etiqueta del que compras de forma habitual aparece el trigo refinado como primer ingrediente debes saber que no se trata de trigo completo y que, por lo tanto, no te beneficiarás con todas sus propiedades.
#2 Ensaladas preparadas
Las ensaladas que se compran listas para degustar, pese a que puedan parecerlo, no son en absoluto un alimento saludable. Todo lo contrario: poseen altos contenidos calóricos, verduras con escasas propiedades por no estar frescas y un montón de otros ingredientes extras que no son para nada nutritivos.
#3 Sándwiches de vegetales
Con el eslogan de «alimentos vegetales», pretenden colarse como un producto realmente sano en tu dieta. Sin embargo, la realidad es que esconden un montón de calorías y de grasas por las salsas que incluyen. Además, contienen un montón de conservantes nada positivos para tu salud y suelen ser ricos en azúcares.
#4 Alimentos sin gluten
La obsesión por eliminar de nuestra dieta productos que no nos hacen daño es tal que se llega a pensar que son más saludables unos que otros. Ocurre, por ejemplo, al identificar como alimentos muy sanos a aquellos que no tienen gluten. Es un error que además pasa factura al bolsillo.
#5 Alimentos reducidos en grasas
Los alimentos reducidos en grasas son un engaño en cuanto a lo saludables que resultan. En realidad, menos grasa no implica necesariamente que sea mejor. Al eliminar las grasas que naturalmente estaban en los alimentos, es probable que se hayan añadido otros componentes no tan saludables. Así que, ¡cuidado!
Como has podido ver, muchos de esos alimentos que parecen saludables están en todas esas recomendaciones de dietas que puedes leer online, y es muy probable que te hayas encontrado a ti misma incluyéndolos más a menudo de lo que querías para sacarle el máximo partido por todas esas propiedades que se les atribuyen. Ahora que ya conoces la verdad, ¿vas a seguir consumiéndolos?
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