No es porque se lave más fácilmente tras el coito, ni porque no manchan las sábanas, o porque al no estar perfumados, no irritan el pene ni la vagina. Es, simplemente, porque los lubricantes ayudan a experimentarmenos síntomas genitales , especialmente, menos dolor.
Así opina la mayoría de las mujeres que, tras participar en un ensayo para conocer los efectos de los lubricantes fabricados a base de agua o de silicona en las relaciones sexuales, prefieren los geles elaborados a base de agua, tal y como publica el último ‘Journal of Sexual Medicine’.
Y más allá de este tipo de elecciones, el estudio tiene una conclusión clara: “Las mujeres que los emplean durante las actividades sexuales documentan mayores niveles de satisfacción y placer y menos síntomas sexuales que las que no los usan”, determinan los investigadores, dirigidos por Debby Herbenick, del Centro para la Promoción de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana (EEUU).
Según sus declaraciones: “A pesar de la amplia disponibilidad de lubricantes en las tiendas y en Internet, es sorprendente la poca investigación realizada que se ocupa de cuestiones básicas, como qué lubricantes personales contribuyen mejor a la experiencia sexual. Que nosotros sepamos ésta es la primera investigación de este tipo que se realiza”.
Un total de 2.453 mujeres de entre 18 y 68 años han participado en la misma Todas ellas fueron divididas aleatoriamente en dos grupos. Así, bien usaron lubricantes basados en agua, bien lubricantes elaborados con silicona o bien ninguno de estos productos durante la masturbación o las relaciones sexuales en pareja a lo largo de dos semanas de las cinco que duró el estudio.
Más placentero
Los científicos analizaron más de 10.000 relaciones sexuales vaginales con penetración así como 3.000 actos de menstruación. Y, al parecer, además de la mayor satisfacción y placer entre la usuarias de los lubricantes que entre las que no los emplearon, el estudio constata que “esta complacencia fue aún más elevada si el gel ayudaba durante la penetración anal, especialmente si su composición era de agua”, reza el ensayo.
Otros datos que aporta la investigación son los que hacen referencia a que “más del 70% del tiempo que el lubricante se utilizó para la penetración vaginal o anal, las participantes del estudio indicaron que lo hicieron con el fin de intentar que el sexo fuera más placentero y más del 60% de las participantes aseguró haberlo empleado para obtener este mismo resultado en la búsqueda de placer en solitario”, indican los autores.
Además, más de un tercio de las usuarias de los geles afirmó que su utilización “resultó divertida”. En cuanto a su empleo durante las relaciones anales, el estudio constata que una “proporción elevada decidió probarlo para reducir el riesgo de desgarros”.
En lo referente a la forma de usarlo, más de la mitad del tiempo que ellas hicieron uso de los lubricantes se lo “aplicaron a sí mismas, en los genitales de sus parejas o directamente en los dedos, mientras que en un 10% de los casos de coito vaginal se aplicó directamente a un juguete sexual”, comenta la investigadora principal.
Para esta especialista, “estos hallazgos indican cómo estos productos se pueden emplear durante los escarceos o juegos sexuales para obtener mayor placer y cómo se incorporan a la vida sexual en pareja”.
Fuente: elmundo.es