Esto pasa más seguido de lo que creías, sin importar su edad o cuánto tiempo lleven juntos. Pero si el problema está en su mente, también la solución.
Una pérdida de erección no es culpa de nadie.
Seguro te ha pasado alguna vez. Estás en medio de una fogosa sesión de sexo con tu chico cuando de pronto notas que algo está mal. Él se detiene y tú también. ¿La razón? Pérdida de erección. Esto es mucho más común de lo que crees y te aseguro que le ha pasado a cualquier hombre con el que platiques, aunque no lo quiera admitir.
Las razones pueden variar bastante, así que no es posible encontrar una razón específica sin conocer el trasfondo de la situación. Tal vez él esté distraído por algún otro problema no relacionado con sexo, podría estar lidiando con efectos secundarios de algún medicamento o simplemente está sufriendo ansiedad por su desempeño sexual. Generalmente, la razón es tan sencilla como un bloqueo mental.
¡Pero esto no significa que no se sienta atraído hacia ti! Si estás dudando sobre su nivel de atracción hacia ti, detente ahora mismo. La verdad es que si no le gustaras, ni siquiera podría «levantarse», por así decirlo.
Lo más importante en estos casos es asegurarle que no te molesta y que no es nada del otro mundo. Si tratas el problema como si fuera algo súper serio, sólo lo estarás empeorando, ya que todo se origina en su mente. A veces ni nosotros mismos podemos explicar lo que está sucediendo.
En estos casos, lo mejor es demostrarle tu apoyo y asegurarle que pueden trabajar juntos en lo que está pasando. Analicen la situación con calma. Si esto suele pasar únicamente cuando están en una posición, intenten cambiar de postura para ver si sigue sucediendo.
Si hay algo en su mente, hablen al respecto, pero asegúrale que no tiene que hacerlo si no quiere. La clave está en la comunicación y en la confianza. Tal vez haya un par de preocupaciones o problemas en su mente que no ha podido solucionar y apoyarlo es la mejor manera de hacerlo.
Si lo mismo sigue ocurriendo, hay muchas otras respuestas. Puede practicar los ejercicios de Kegel (¡Sí! ¡También existen para hombres!), comer más sanamente, dejar de fumar o incluso acudir al médico o psicólogo.
Lo que tienen que recordar es que esto no es lo mismo que disfunción erectil, así que no conviene tomar ninguna clase de medicina para tratar este padecimiento. Lo que le está pasando es mucho más normal y común, así que no recurran a una solución que está diseñada para algo totalmente distinto. Con un poco de trabajo en equipo y mucha comunicación, su «equipo» jamás volverá a fallar.
Fuente: VT