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¿Qué hacer ante un parto de emergencia?

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¿Qué hacer ante un parto de emergencia?

Durante un parto de emergencia hay que asegurar la seguridad e intimidad de la madre

 

 

 

No es frecuente que una mujer dé a luz en unas circunstancias inesperadas porque, de forma inconsciente, suele ser capaz de aguantar al bebé hasta encontrarse en el entorno adecuado. Sin embargo, a veces el parto puede precipitarse y no hay manera de pararlo independientemente de donde se encuentre la futura mamá y de lo que haga quien tenga a su alrededor. Llegado este punto de no retorno, el parto va a suceder y solo queda hacer que la parturienta esté lo más cómoda y segura posible cuando nazca su bebé.

 

 

 

Marta Bernárdez Carbón, matrona de la clínica de salud Luna de Brigantia, asegura que no conviene alarmarse ante esta situación. “El parto es un proceso fisiológico involuntario así que la mujer tiene todo lo que necesita para que ocurra. Lo que hay que hacer es garantizar la seguridad y la intimidad de la madre”. Para ello, explica la experta, se parará el coche, en el caso de encontrase en marcha, o se buscará un sitio apartado para que la mujer esté cómoda. Tras asegurar estas circunstancias, hay que avisar a los servicios de emergencia para que puedan acudir lo antes posible, y atender a la parturienta dándole la mano o lo que solicite de su acompañante. “En un parto involuntario no hay mucho que se pueda hacer porque entonces habría dado tiempo a llegar al hospital”, explica Bernárdez.

 

 

 

La matrona también aconseja no recomendar a la madre tumbarse si ella no lo ha hecho ya por iniciativa propia, puesto que no es necesario estar recostado para dar a luz. “Tiene que adoptar la posición que sea más cómoda para ella. Puede ser de pie, a cuatro patas, recostada… Solo hay que asegurarse de poder coger al bebé cuando nazca”. En el caso de estar en un espacio pequeño, como un coche, la madre puede reclinarse para tener la pelvis mejor orientada.

 

 

 

Cuando nace el bebé

 

 
“Lo primero que hay que hacer es secarlo y garantizar una buena temperatura para que el bebé entre en calor. Inmediatamente después, hay que ponerlo piel con piel con su madre y no permitir que se separen mientras se espera a los servicios de emergencia”, explica la matrona. Además, hay que asegurarse de que el recién nacido respira, aunque no llore, y ponerlo junto a su madre y secarlo propicia esto.

 

 

 

Tampoco hay que asustarse si el bebé tiene un color morado, porque es normal. “A los pocos segundos, un minuto máximo, el bebé se va poniendo rosado y solo le queda el color púrpura en las manos y en los pies, por eso hay que estimularlo secándole y acercándoselo a su madre”, asegura la especialista.

 

 

 

No se debe cortar el cordón umbilical jamás a menos que se tenga el material adecuado. “Tampoco se debe pinzar con un cordón de zapato o cualquier otro material porque podría infectarse. No pasa nada porque siga unido al cordón”, aclara Bernárdez.

 

 

La placenta no debería tardar más de media hora o una hora como mucho en salir. Muchas veces en ese tiempo ya habrá llegado la ambulancia, pero si no llega, hay que saber que le precede un sangrado llamativo. “Impresiona para quien nunca lo ha visto. Una placenta tiene el aspecto de una víscera”, puntualiza la experta, que explica que para minimizar ese sangrado, hay que poner al bebé al pecho de la madre. “Esto minimiza el riesgo de hemorragia que pueda haber. La estimulación del pezón y el hecho de amamantar produce oxitocina y provoca que el útero se contraiga”, añade.

 

 

 

No abandonar a la madre ni alarmarse

 

 
Ante los nervios, puede surgir el impulso de ir a buscar ayuda abandonando a la futura madre. Bernárdez asegura que “es contraproducente dejarla sola” y recomienda esperar a que acudan los servicios de emergencia.  “La presencia de alguien ya es un apoyo”, aclara.

 

 

 

Normalmente si no han surgido complicaciones antes, el parto irá bien y será rápido. Si ocurriese cualquier cosa, como una hemorragia excesiva, un acompañante sin conocimientos médicos “no va a poder distinguir lo normal de lo que no lo es, por lo que tampoco se le pueden dar indicaciones sobre cómo actuar”, afirma la matrona.

 

 

En principio, un recién nacido fuera del hospital debe recibir los mismos cuidados que otro que sí lo ha hecho, así que no es necesario ingresarlo. “Hay que procurar darle de mamar pronto y que el bebé esté cómodo, ya que ha nacido en unas circunstancias  inesperadas”.

 

 

Ante todo, puntualiza la especialista, el parto “es un proceso fisiológico que significa la máxima expresión de vida y de salud”, así que, en el caso de que suceda de forma inesperada, hay que tratar de no alarmarse y “confiar en que el bebé va a estar bien”.

 

 

 

Pasos para atender un parto de emergencia

 

 
Buscar un lugar seguro y cómodo para la madre.

 

Llamar a los servicios de emergencia.

 

No dejar sola a la futura mamá, permitir que se ponga en una postura que sea cómoda para ella y darle lo que pida.

 

 

Cuando nazca el bebé, secarlo, garantizar una buena temperatura y ponerlo piel con piel con su madre.

 

 

No cortar el cordón umbilical sin el material médico adecuado.

 

 

Vigilar el sangrado de la placenta y poner al bebé al pecho para minimizar la hemorragia.

 

 

 

 

Dmedicina

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