Los suricatos son una especie demamíferos de pequeño tamaño a los que también se conoce como “gato de roca”. Miembro de la familia de las mangostas, estos simpáticos animales poseen un cuerpo largo y esbelto con un peso promedio de unos 700 gramos. Su pelaje, no muy abundante, es de color gris moteado, canela o marrón con tinte plateado.
Su hábitat es el desierto; concretamente habitan las regiones del desierto de Kalahari y el desierto de Namib (África). Se trata de animales diurnos y sociales (viven en grandes comunidades de hasta 40 miembros) y se alimentan fundamentalmente de insectos, arañas, ciempiés y algunos componentes vegetales.
Depredadores
Sus mayores enemigos son los halcones, las águilas y los chacales. Al encontrarse habitualmente en la sabana y en llanuras abiertas, estos especímenes son presa fácil para estos depredadores.
Debido a su comportamiento afable y simpático, los suricatos suelen ser domesticados y tratados como mascotas, sobre todo en su zona de origen (a pesar de que pueden transmitir la rabia). Sin embargo, en numerosos países la posesión de un suricato está penada por la ley.
No es un animal que se encuentre en peligro de extinción.
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