En la imaginación colectiva los espejismos son retratados como oasis, llenos de palmeras y agua fresca para los viajeros de las dunas. Islas de reposo que alejan o desaparecen a medida que uno se aproxima a ellas. ¿Pero qué es un espejismo realmente? Descúbrelo a continuación.
Efecto óptico
Los espejismos son efectos ópticos producidos por la refracción de la luz. Es decir, son creados por el cambio de la velocidad y dirección de una onda, al pasar a otro medio con índice refractivo distinto.
Un ejemplo sencillo de esto sería cuando se introduce un lápiz dentro de un vaso con agua. La diferencia entre la densidad del aire y el agua, produce la refracción de luz y da la ilusión de que el lápiz está dividido o cortado en dos partes.
Este fenómeno, denominado como refracción parcial, hace que se vean incluso distintos ángulos, y formas, desde diferentes perspectivas.
Tipos de espejismo
Existen dos tipos de espejismos con los que te puedes encontrar, y varían según las condiciones de la temperatura y de luminosidad que haya en un sitio. Mantén esto en cuenta para que puedas identificar a qué clase pertenecen las ilusiones ópticas que a veces aparecen en nuestro entorno.
Espejismo superior: es el que que se da en climas de frío extremo. En este, el aire más próximo a la superficie se enfría más que el que está arriba. Esto hace que una imagen cuyo original se encuentra en el suelo se proyecte hacia arriba pero invertida.
Este es el fenómeno que hace que los objetos se vieran como estuviesen flotando en el aire.
Espejismos inferiores: son los más comunes, y se puede decir que la mayoría de las personas los ha visto al menos en una ocasión durante sus vidas. Se dan justo sobre la superficie terrestre, la cual se calienta gracias a los rayos solares, y se produce entonces un reflejo irreal, como de una superficie acuosa.
A pesar de que este último tipo de espejismo recuerda al agua, puede darse en territorios súmamente cálidos. Como en el asfalto de la carreterera en un día muy soleado.
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