El tema del consumo de drogas naturales es polémico alrededor del mundo. La marihuana, por ejemplo, es defendida por personas que la consideran natural y medicinal. En este contexto surge la ayahuasca, una bebida tradicional indígena que genera efectos alucinógenos. ¿Te gustaría saber más sobre esta planta y sus efectos?
La marihuana es, probablemente, la droga natural más conocida del mundo. Sin embargo, hay muchas otras plantas que crean efectos alucinógenos que alteran el sistema nervioso en el ser humano…
¿Qué es la ayahuasca?
La ayahuasca es una especie botánica que se ha hecho muy conocida en los últimos años, no solo por su efecto psicodélico, sino por la gran cultura que albergan los pueblos que la consumen y lo importante que ha sido en la vida de algunos artistas.
El yagé (otro de los muchos nombres que tiene la ayahuasca) se puede conceptualizar de dos maneras:
Bien como la planta Banisteriopsis caapi (nombre científico), que crece en forma de parra formando grandes matorrales y enredaderas; siendo originaria de países como Colombia, Brasil, Venezuela, Perú y, especialmente, Ecuador.
O bien como la bebida ayahuasca, que surge de hervir la planta y beber su té, cuyo uso tiene una gran historia dentro de la medicina tradicional.
Dicho esto, ¿cuál es el origen del consumo de esta planta?
Uso en la cultura indígena
Es ampliamente conocido que tanto la planta como la bebida son de origen indígena. Historiadores como Juan Magnin y José Chantre y Herrera describen el uso de esta planta en sus estudios de las tribus indígenas de Suramérica, especialmente durante los siglos XV y XVI.
Por ejemplo, la tribu Shipibo-Konibo de la Amazonía peruana utiliza varias mezclas de la ayahuasca durante sus rituales religiosos y llevan haciendo esta práctica muchos años. En la ciudad de Iquitos también utilizan la planta durante rituales de curanderismo. Y, en Brasil, incluso existen iglesias que predican ampliamente el consumo de la ayahuasca, basándose en «origen divino» (todo esto regulado por las leyes de dicho país y en respeto a la cultura amazónica).
En junio de 2008, en Perú, la UNESCO nombró al yagé Patrimonio Inmaterial.
Efectos de la ayahuasca
Aunque no existen estudios especializados en su consumo a largo plazo y su grado de toxicidad, es conocido que la bebida produce efectos alucinógenos fuertes. Dependiendo de la clase de ayahuasca, la planta puede contener dimetiltriptamina (abreviada DMT y conocida como “la molécula espiritual”), que altera los efectos visuales y genera en la persona “estados místicos”.
Las alucinaciones e intensidades visuales suelen aparecer a los 15 o 20 minutos, dependiendo del organismo de la persona; mientras que los efectos inmediatos incluyen temblores y espasmos, vómitos, náuseas, sudoraciones y diarreas.
Quizá el efecto más conocido es el llamado agudo o irreversible, ya que una persona con predisposición a enfermedades como esquizofrenia puede presentar un cuadro alucinógeno muy prolongado y, en el peor de los casos, sin regreso a la normalidad.
Uso en el arte
Escritores beats como Allen Ginsberg y William S. Burroughs viajaron a Sudamérica en busca de la planta, con el fin de consumirla y conocer su efecto. Las cartas de la ayahuasca (1963) es un libro hecho por los dos escritores anteriormente mencionados, en donde hay cartas de Burroughs y Ginsberg que cuentan su estancia en la selva peruana y su posterior consumo de ayahuasca.
El pintor peruano originario de Iquitos (Perú) Christian Bendayán basa su obra en la mitología de los indígenas peruanos y en el uso de la ayahuasca.
El largometraje El viento de la ayahuasca de la directora peruana Nora de Izcue, cuenta una historia de amor que transcurre en la Amazonia peruana.
El poeta chileno Mario Markus escribió una novela gráfica denominada Bilis negra, en donde un joven que consume ayahuasca busca a su mejor amigo.
El pintor más nombrado en el consumo de ayahuasca es el peruano Pablo Amaringo, de la etnia Shipibo-Konibo. Toda su obra se hizo bajo los efectos de la ayahuasca y trató sobre la Amazonia peruana. Incluso ejerció de médico y curandero.
Se ha mencionado a la planta en la música en múltiples ocasiones. Bandas como El Mago de Oz; Dengue Dengue Dengue y compositores como Gustavo Cerati han utilizado el yagé como tema central de sus obras o como temática general.
El pintor Christian Bendayán – Imagen: Wikimedia.-
Conocimiento en la cultura popular y su uso en la actualidad
Hoy en día, el consumo de ayahuasca se usa incluso como tratamiento en contra de las adicciones, bajo sus regulaciones y normas; por lo que su uso trasciende las regiones amazónicas de Latinoamérica. También tiene uso prescrito para las personas con trastornos de ansiedad, estrés postraumático y depresión; enfermedades que, por cierto, son sumamente comunes en los tiempos actuales.
Durante el año, miles de personas viajan a las fronteras amazónicas para tomar la famosa bebida. La ingesta de la planta suele estar asociada a retiros espirituales o participación y observación en rituales chamánicos. Personas alrededor del mundo viajan para participar en retiros y presenciar a los indígenas realizando sus actividades, por lo que implica un área de turismo para los países receptores.
Debido a su origen y su mención en el arte, el yagé es más que un alucinógeno de moda. Forma parte de toda una experiencia, que bien puede ser motivada por pura curiosidad, búsqueda de creatividad o misticismo.
Fuente: Culturizando