No tiene nada que ver con helados, pero se puede usar para explicarlo a través de una analogía… ¡Te lo contamos aquí!
Vainilla no es solo un sabor de helado, es también una forma de denominar relaciones sexuales convencionales: sin juguetes, disfraces o parafernalias. La modalidad más común y que de ser satisfactoria, no tiene nada que envidiarle al resto.
La pregunta es, ¿por qué se le denomina de esta manera?
Imaginemos entrar a una tienda de helados por primera vez, esta tiene muchos sabores y combinaciones diferentes y eliges vainilla, el más plano de todos.
Tal vez porque no te gustan las pasas del ron pasa, o el fuerte sabor del ron. Tu elección fue vainilla, es lo que te satisface sin más explicaciones.
Otra forma de verlo es cuando vas con tus amigos a un parque de atracciones y ves cómo se suben a las más osadas y extremas montañas rusas, mientras tú estás en un carrusel. No tiene nada de malo, te gusta tu estómago en el lugar que está.
No se sabe con exactitud cuándo se utilizó este término por primera vez, sin embargo, la famosa antropóloga Gayle Rubin lo utilizó en 1984, en su ensayo Reflexionando sobre el sexo: notas para una teoría radical de la sexualidad.
Posteriormente, la expresión se alzó en popularidad con la novela “Cincuenta sombras de Grey” y su adaptación a la gran pantalla, y desde entonces muchas personas lo ven como algo insípido… No obstante, esto está muy lejos de la realidad, pues la vainilla se lleva bien con cualquier otro sabor y topping que tú prefieras.
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