“Es normal, tengo que comer por dos” ¿Cuantas veces habremos escuchado esta frase durante los meses de embarazo? Muchísimas y, no es que no sea cierta, lo que sucede es que muchas veces es utilizada como una excusa para comer todo lo que se nos antoja y en grandes cantidades. Y la verdad es que cuando estás embarazada tienes que aumentar tus ingestas, pero no tienes porque saltarte tu dieta en exceso, piensa que cuanto más equilibrado comas, más fácil será luego conseguir de nuevo tu cuerpo de antes del embarazo.
A continuación te damos 6 trucos para mantener la línea durante el embarazo, ¡utiliza esos meses a tu favor, no en tu contra!
1. Mantén a raya los antojos
Si te da por comer cajas de bombones, helados, patatas fritas y otras comidas de las que te mantendrías alejada en tu dieta regular, una vez el bebé haya nacido te será más difícil deshacerte de todo ello. Piensa que toda esa comida se convierte en grasas y azúcares y, en su mayoría, se acumula en tu cuerpo. Por eso es esencial que te conciencies durante todo el embarazo que debes seguir al máximo tu dieta, ¡estar embarazada no es excusa!
2. No comas por dos
Es un error pensar que cuando estás embarazada tienes que comer por dos, porque aunque tengas que alimentar también a tu bebé eso no significa que él necesite las mismas cantidades de comida que tu ingieres (acuérdate de que aún es muy pequeño). Controla las porciones que comes, y no ingieras a la ligera todo tipo de alimentos. Tienes que pensar que cuanto más te saltes la dieta más difícil será luego volver a tu cuerpo de antes del embarazo. Si tienes un antojo de chocolate, cómete una porción (no pasa nada por un poco), pero no seas golosa y te comas la tableta entera.
3. Limpia y organiza tu cocina
Y no nos referimos a que la dejes sin una mota de polvo (aunque quizá no viene mal un poco de limpieza), lo que queremos decir es que deseches toda la comida procesada y golosinas que te puedan despistar de una dieta rica y equilibrada. Si alejas la tentación te será más sencillo no caer en ella. Rellena tus estantes y tu nevera de verduras, frutas y alimentos saludables, así cada vez que quieras comer algo (hasta cuando te apetezca picotear), no sabotearás tu dieta.
4. Plantéate objetivos realistas
Ya sabemos que cuando se sueña siempre se hace a lo grande, pero estamos hablando de objetivos (cosas que a corto plazo quieres cumplir) así que lo mejor es que te plantees metas más cortas y realistas. De esta manera tus probabilidades para cumplirlas se verán incrementadas y notarás cambios en más poco tiempo.
5. Prepara dosis de motivación
Ahora mismo tienes mucho tiempo libre para dedicarte a ti misma, pero una vez haya nacido el bebé, eso se acabará. Déjate preparadas varias rutinas de entrenamiento, dietas y todo tipo de plannings que te puedan ayudar a organizarte mejor cuando hayas dado a luz. Preparar tu rutina saludable te dará un empujón de autoestima y fuerza para conseguirlo. Guarda también fotos de inspiración, sigue blogs (en los blogs de Women’s Health tienes algunos que pueden inspirarte) y páginas de deporte y salud, toda esa información será motivación extra para ti.
6. Encuentra un compañero para perder peso
No tiene porque ser también mamá, simplemente algún amigo que comparta tu objetivo de mantener una vida sana mediante el ejercicio y una buena dieta. Si compartes rutinas de ejercicios, actividades y planes con otra persona que tiene tu misma meta, te será más fácil y llevadero conseguirla. Los dos os motivaréis constantemente y no dejaréis que ninguno tire la toalla.
Fuente: Womens Health