En el sexo hay que probarlo casi todo. Por supuesto cada uno es libre de llegar hasta unos límites y otros llegarán a menos pero, en temas de alcoba, no nos podemos quedar en lo más básico de la postura del misionero y del perrito porque, con el paso del tiempo, este tipo de relaciones que carecen de innovación hacen que perdamos la pasión por el sexo.
Ahora bien, un aporte extra para aquellas personas más tradicionales y que hayan podido verse sorprendidas, sonrojadas o indignadas con la primera frase que puse:hay que probarlo casi todo… ¡En aquello que te guste!
Supongamos que eres una mujer a la que le encanta que le hagan sexo oral. Pues cuando nos referimos a que hay que probarlo casi todo en este aspecto, nos referimos, por ejemplo a que disfrutes de que te hagan sexo oral dos veces seguidas, que lo combines con juguetes eróticos, a que te venden los ojos o te aten las muñecas mientras te lo hacen, a que te lo hagan en la terraza de tu casa un día de lluvia o en los baños de un restaurante. Si algo te gusta, ve combinándolo con más cosas y ve probando nuevas sensaciones.
Pongamos otro ejemplo, ahora que está bastante de moda gracias a que la literatura erótica ha roto muchos tabúes al respecto. Si te gusta ser sumisa o ser la dominadora, prueba a ir evolucionando y a entrar más en ese mundo. No es lo mismo ser sumisa y permitir que te den órdenes tipo: ¡Haz esto! ¡Ven aquí! o que te las den empleando un lenguaje más duro. Si te gusta dominar, igualmente. ¡Como si tienes la curiosidad de dominar a dos personas a la vez!
Lo importante es que no nos quedemos parados y que hagamos pruebas para saber qué otras cosas hay y que nos nutramos de experiencia, porque eso le va a dar más vida a nuestras experiencias.
De todas formas, voy a dejar otros puntos que, según las oyentes de mis podcastsobre sexo para parejas, una mujer no debería de probar en cuanto al sexo.Algunas son bastante curiosas y otras son más típicas:
Una curiosa: Una de mis oyentes nos dijo que, al menos una vez, una mujer debería quitarle la virginidad a un chico.
Probar un trío (el que sea) o ver a otra pareja teniendo sexo.
Disfrutar de un juguete erótico fuera del cobijo de tu casa y en un sitio público (en un parque, en unos baños…).
Acostarse con uno de los llamados “empotradores”: Un tío que esté muy cachas.
Ver en carne y hueso (y hacer lo que se pueda) con un miembro de dimensiones enormes.
Tener sexo con una mujer.
Acostarse con un extranjero.
Por supuesto, cada mujer es un mundo y a cada una le gustará una cosa diferente. Por eso te preguntamos, ¿de estas 7 cosas, cuántas te gustaría hacer? ¿Tienes alguna otra recomendación respecto a lo que toda mujer debería probar hacer en la cama?
Nosotras/Víctor García