El presidente ruso anuncia que el periodo de descanso de año nuevo de los altos cargos será menor
Los rusos tienen, por tradición, un megapuente a principios de año que dura desde el primero de enero hasta el 11 inclusive. Sin embargo, en 2015, debido a la crisis económica, no todos podrán disfrutar de estas esperadas vacaciones. Así lo ha advertido este jueves el presidente ruso, Vladímir Putin, quien en una reunión con su gabinete de ministros señaló que las condiciones actuales no permiten que los altos funcionarios desaparezcan tanto tiempo.
Putin dijo que consideraba que el trabajo del Gobierno ha sido, en general, satisfactorio y que esperaba que continuará siéndolo en el futuro próximo. “Tenemos ahora unas fiestas bastante largas, la gente tiene derecho a descansar, ya que tenemos un largo periodo depresivo de otoño-invierno. Pero para el Gobierno, para las estructuras estatales, no nos podemos permitir estas vacaciones tan largas, por lo menos este año”, advirtió el líder ruso refiriéndose a la difícil situación económica por la que pasa el país, seriamente tocado por las sanciones de la UE y de EEUU por el conflicto ucranio.
Las reservas rusas en divisas han caído pro debajo de los 400.000 millones de dólares por primera vez desde mayo de 2009, según datos del Banco Central de Rusia. Y en lo que va de año, las reservas del país han disminuido en más de 110.000 millones de dólares. La continua devaluación del rublo está causando un importante efecto.
El presidente recordó que en el periodo de 2008-2009, cuando Rusia experimentó otra grave crisis financiera, se tomó la misma medida. Hay que “utilizar la experiencia” acumulada en aquella ocasión, dijo. El recorte vacacional no se aplicará a todos los ministerios, sino a los relacionados con la economía, finanzas y producción. “Tenemos por delante las fiestas de año nuevo, que el Gobierno deberá pasar en gran parte en su puesto de trabajo. Esto no significa que no se podrá descansar, pero hay que controlar la situación”, apuntó el primer ministro, Dmitri Medvédev.
Los funcionarios estatales que no ocupen altos cargos y los ciudadanos en general continuarán con los 11 días de vacaciones, que marca la normativa: los tradicionales cinco días que se otorgan para el año nuevo –la Nochevieja es la fiesta principal en Rusia, cuando se adorna el abeto y la gente prepara los regalos–, más la Navidad ortodoxa, que se celebra según el calendario juliano, es decir, 13 días después que en Occidente.
En este periodo los bancos no abren y la mayoría de las instituciones permanecen cerradas, lo que no contribuye al avance de la economía del país. Mucha gente aprovechaba estos días para irse a países cálidos de Asia o el Norte de África, pero debido al desplome del rublo y a la quiebra de numerosas firmas turísticas son pocos los que ahora podrán permitírselo.
Fuente: El País