El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó hoy que Rusia no impondrá restricciones a la circulación de capitales y divisas en su territorio en respuesta a las sanciones económicas introducidas contra Moscú por Occidente por la crisis en Ucrania.
«Quisiera subrayar particularmente que pese a las dificultades no hemos aumentado la presión fiscal sobre los negocios», dijo el líder ruso en un foro económico.
Agregó que Moscú tampoco planea «aplicar cualesquiera limitaciones a divisas o restricciones al movimiento de capitales».
Putin aseguró que el Banco Central (BC) de Rusia tiene a su disposición suficientes herramientas para asegurar la estabilidad financiera en el país.
Señaló que la introducción del control de la inflación y de la fluctuación libre de divisas no implica la renuncia total a la intervención (del regulador financiero).
Putin salió así al paso de algunas informaciones difundidas por varios medios rusos y extranjeros acerca de que Rusia se plantea el objetivo de introducir restricciones sobre divisas y circulación de capitales, algo que también fue desmentido por el BC.
El mandatario ruso dejó claro que la inflación en 2014 ascenderá a alrededor del 8 % «lo que en realidad supera los índices del año pasado», cuando fue del 6,5 %.
Además prometió apoyo estatal a las entidades que sufrieron por las sanciones económicas occidentales.
«El Estado está dispuesto a prestar ayuda a aquellos sectores y empresas que tropezaron con las inmotivadas sanciones exteriores», dijo.
Putin también llamó al Parlamento ruso a aprobar a la mayor brevedad posible aquellos proyectos de ley para mejorar el alicaído clima de inversiones que estén pendientes y que -dijo- son alrededor de 30.
Entre las prioridades en materia de cooperación exterior el jefe del Kremlin destacó a los países BRICS (formado además de Rusia por Brasil, China, India y Sudáfrica), así como América Latina.
La intervención de Putin llega justo después de las advertencias del ministro de Economía ruso, Alexéi Uliukáev, quien dijo hoy que la situación económica de Rusia es «peligrosamente explosiva» por la combinación de un crecimiento interanual de apenas un 0,8 % del producto interior bruto (PIB) y una inflación del 8,1 % a fecha de hoy.
Uliukáev constató que la escalada de tensión entre Rusia y Occidente, y concretamente la prohibición de importar alimentos perecederos desde los países que adoptaron sanciones contra Moscú por su papel en la crisis de Ucrania, ya se ha traducido en una subida de precios en los mercados rusos.
También la progresiva devaluación que ha sufrido la moneda rusa, que ha perdido casi un tercio de su valor de mercado desde comienzos del año, afecta a la inflación.
Tras rondar durante años cotizaciones próximas a los 30 rublos por dólar y 40 rublos por euro, la moneda rusa superó ayer los 50 rublos por cada euro, marca que ya había alcanzado la pasada primavera, y se aproximó al cierre del mercado al récord histórico en su paridad con la divisa estadounidense (39,7 rublos por dólar).
Los rumores sobre la presunta intención de Moscú de restringir el movimiento de capitales para frenar su fuga al exterior se sumaron ayer a la mala situación geopolítica y los precios del petróleo a la baja para disparar la compra de divisas en la bolsa y tirar la cotización del rublo.
Fuente: Agencia