El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó hoy que en Rusia, a diferencia de otros países, no se prohíben las relaciones homosexuales y «no se persigue a nadie» por practicarlas, pero sí está vetada la propaganda entre los menores de edad.
«Nosotros no prohibimos nada y no cazamos a nadie, en Rusia no hay ninguna responsabilidad (penal) por esas relaciones, a diferencia de otros países en el mundo», señaló Putin, durante un encuentro con voluntarios que trabajarán en los Juegos Olímpicos de Sochi de febrero, destacó Efe.
El presidente ruso señaló, incluso, que en ciertos estados de Estados Unidos están castigadas las relaciones homosexuales.
«Por ello, podemos sentirnos tranquilos, relajados, pero, por favor, dejen a los niños en paz», dijo el presidente en Krasnaya Poliana, la estación de esquí junto a Sochi donde tendrán lugar los juegos de invierno, según la agencia Itar-Tass.
Putin respondía así a la pregunta de una joven voluntaria acerca de por qué, si en Rusia hay una ley que prohíbe la propaganda homosexual, el uniforme de estos incluye una gama de colores en arcoiris.
Tras afirmar que él no diseñó el uniforme de los voluntarios, Putin insistió en que «en nuestro país no se prohíben las formas no tradicionales de relaciones sexuales entre las personas. Se prohíbe la propaganda de la homosexualidad y la pedofilia. Quiero subrayar esto. Son cosas totalmente distintas».
Y agregó que en algunos países incluso se plantea la cuestión de legalizar la pedofilia y se discute en los órganos parlamentarios.
«No vamos a fustigarles por ello. No hay nada secreto, busquen en Internet y en seguida los encontrarán. Los partidos plantean esta cuestión en algunos parlamentos. ¿Y qué? ¿Tenemos que ir detrás de ellos como perrillos falderos?», se preguntó.
El líder ruso, que es criticado en Occidente por esta ley contra la propaganda homosexual, insistió en que «tenemos nuestras tradiciones, nuestra cultura. Nos dirigimos con afecto a nuestros queridos socios y les pedimos que también traten con afecto nuestras tradiciones y nuestra cultura».
La cuestión de la homosexualidad se ha convertido en uno de los aspectos polémicos en relación con los Juegos de Sochi, después de que los países occidentales hayan criticado las políticas supuestamente homófobas del Kremlin.
Fuente EU