Nada más entrar en vigor las sanciones acordadas por la UE y tras el anuncio de medidas similares por parte de EEUU, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió ayer que su país responderá a lo que considera «medidas extrañas». «Justo en el momento cuando la situación se encamina hacia una solución negociada –en Ucrania–, se adoptan medidas que pretenden interrumpir el proceso de paz», declaró ayer indignado Putin ante la prensa.
Según sus palabras, el Gobierno ruso «piensa ya en tomar medidas de represalia, prepara propuestas y, si se corresponden con los intereses de la economía de nuestro país, serán aprobadas». El máximo dirigente ruso alertó así a Washington y a Bruselas durante una rueda de prensa en Dushanbé, la capital de Tayikistán, en el marco de una cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái.
La prensa rusa, que citaba estos días distintas fuentes del Kremlin y del Gobierno, cree que las medidas que se barajan en Moscú para responder a las sanciones incluyen ampliar el actual embargo alimentario también a las importaciones de vehículos y de otros productos de consumo como la ropa.
Al parecer, se estudia también la posibilidad de cerrar el espacio aéreo de Rusia a los vuelos de tránsito de compañías europeas y estadounidenses, algo que podría terminar perjudicando de una manera aún más virulenta a la rusa Aeroflot, si Bruselas y Washington responden de forma simétrica.
El nuevo paquete de sanciones de la UE contra Rusia restringe la financiación en los mercados de capitales europeos a la petrolera Rosneft, a la división de Gazprom que extrae crudo y al consorcio Transneft, que controla los gaseoductos rusos. También a tres firmas del sector de defensa. Se prohíbe además vender tecnología sensible a las empresas de armamentos, Kaláshnikov entre ellas.
A la lista de personas cuyas cuentas en la UE serán congeladas y tendrán vetado el visado se añaden otras 24, entre ellas, el patrón de Rostec, amigo de Putin y ex agente del KGB, Serguéi Chémezov, el líder ultranacionalista ruso, Vladímir Yirinovski, y el nuevo cabecilla de los separatistas de Donetsk, Alexánder Zajarchenko.
«Las sanciones son poco eficaces»
Por su parte, EEUU anunció la introducción de sanciones contra el gigante energético Gazprom, las petroleras Lukoil y Surgutneftegaz, el Sberbank, el principal banco ruso y cinco empresas del sector armamentístico, entre ellas Rostec y Almaz-Antey, uno de los principales fabricantes mundiales de misiles.
Putin, no obstante, está convencido de que «las sanciones como instrumento de política exterior son poco eficaces y nunca dieron los resultados esperados (…) reúne más aspectos negativos que positivos». A su juicio, Ucrania está siendo utilizada para «desestabilizar las relaciones internacionales y (…) reanimar la OTAN».
Sin embargo, el presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, se congratuló ayer de las sanciones aplicadas contra Rusia por la UE y EEUU. Cree además que las negociaciones con los separatistas del este de Ucrania «darán resultados positivos». Pese a que ambas partes continúan denunciando constantes violaciones del alto el fuego, parece que la tregua se respeta en la mayor parte de las regiones de Donetsk y Lugansk.
Debido a la reticencias de Rusia, Bruselas y Kiev pactaron ayer retrasar hasta el 31 de diciembre de 2015 la entrada de Ucrania en la zona de libre comercio de la UE, que, no obstante, mantendrá durante ese periodo ventajas comerciales para los productos ucranianos.
ABC.es