«Es una puñalada por la espalda para nuestro país y nuestro pueblo», declaró el presidente ruso
El dirigente aseguró que no permitirá una guerra civil en el país. «No dejaremos que eso vuelva a ocurrir», declaró Putin, tras aludir a la guerra civil que hubo en Rusia después de la Primera Guerra Mundial. «Cualquier agitación interna es una amenaza mortal para nuestro Estado, nuestra nación. Es un golpe contra Rusia, contra nuestro pueblo. Y nuestras acciones para proteger a nuestra patria de una amenaza así serán firmes», añadió.
«Acciones decisivas»
Putin reconoció que la situación en Rostov era difícil, pues las instalaciones militares de la región estaban en manos de los sublevados. «El trabajo de los cuerpos civiles y militares ha sido bloqueado», apuntó, pero prometió que se tomarán «acciones decisivas» para estabilizar la situación en Rostov, sin ofrecer más detalles. No hizo mención a Voronezh, cuyas instalaciones militares también están en manos de Wagner.
Añadió haber dado ya la orden a las fuerzas armadas de «neutralizar” la rebelión, especialmente a sus «autores intelectuales». «Contra nosotros trabaja toda la maquinaria militar, económica e informativa de Occidente. Luchamos por la vida y la seguridad de nuestra gente, por nuestra soberanía e independencia, por el derecho a ser y continuar siendo Rusia, un estado con una historia milenaria», agregó.
En su canal de Telegram, Wagner reaccionó al discurso de Putin con un breve texto señalando que éste había tomado «la decisión incorrecta». Y añade que «pronto tendremos un nuevo presidente».
EU