El expresidente de Cataluña Carles Puigdemont reafirmó este sábado su intención de regresar a esta región de España para asistir al próximo debate de investidura e instó al gobierno de Pedro Sánchez a evitar su «detención ilegal».
Tras semanas de discreto silencio, Puigdemont protagonizó este sábado un acto en el sur de Francia arropado por la plana mayor de su partido Junts, en vísperas del posible retorno del expresidente; aunque sigue pesando sobre él una orden de detención en España al no haberse beneficiado aún de la amnistía aprobada recientemente.
Ante unas 2.200 personas, según la organización, Puigdemont denunció un «complot judicial» por parte de ciertos jueces. Además, los acusó de perpetrar un «golpe de Estado» al negarse a aplicar la ley de amnistía; la cual quedó aprobada para liberar a los implicados en el proceso independentista de Cataluña de los cargos que pesan sobre ellos.
«Cuando no aplican la Ley de Amnistía, están cometiendo un delito, y espero que el Fiscal General del Estado persiga este delito. Espero que las autoridades eviten lo que sería una detención ilegal, arbitraria», señaló Puigdemont.
«ESTO ES LO QUE HACEN LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS CUANDO HAY UNA PARTE DEL ESTADO QUE LOS DESAFÍA. NO MIRAN HACIA OTRO LADO, SINO QUE COGEN EL TORO POR LOS CUERNOS, TOMAN DECISIONES Y DICEN: ‘SEÑORES DE LA TOGA, ASÍ NO PUEDE SER’», RECALCÓ EL EXPRESIDENTE CATALÁN.
Puigdemont acusó a Sánchez de «mirar a otro lado» ante supuesto complot judicial en España
En su opinión, las resistencias judiciales a aplicar una ley aprobada por las Cortes españolas representan un «desafío a la democracia» comparable a un «golpe de Estado».
«Nos hemos de rearmar para confrontar este desafío grave», advirtió Puigdemont. Y acusó al gobierno de Sánchez de «mirar hacia otro lado» ante esta «rebelión de los jueces».
Puigdemont reconoció que varias personas de su entorno le expresaron su «preocupación» ante la posibilidad de que, al regresar a Cataluña tras casi siete años huido de la justicia española, lo encarcelen. Por lo que, según estas voces, «no vale la pena» volver ahora para asistir a un debate de investidura del candidato socialista, Salvador Illa.
Tras «agradecer de todo corazón» estas muestras de preocupación, remarcó que «la decisión de volver del exilio no será personal, sino que será política».
«Yo estaré, caiga quien caiga, le pese a quien le pese»
«Nadie lo podrá impedir. No habrá más campañas electorales en el exilio. Las próximas campañas electorales serán allí, en Cataluña, y yo estaré, caiga quien caiga y le pese a quien le pese», exclamó.
Como ya proclamó en la campaña de las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo, su intención es regresar coincidiendo con el próximo debate de investidura.
«Mi obligación es ir al Parlament si hay debate de investidura. Yo debo estar ahí y solo un golpe de Estado podrá impedirme estar», reiteró.
Mientras el partido del actual presidente catalán, ERC, y los socialistas negocian un preacuerdo para la investidura de Illa, Puigdemont alertó de que «vienen días y semanas decisivos, críticos». Esto ya que «hay una amenaza real de un gobierno presidido por la versión más españolista de los socialistas».
Lo que debe hacer Cataluña, subrayó, es «salir de la cárcel de España».
Le precedió en el turno de palabra el secretario general de su partido, Jordi Turull, que aseguró que la formación intentará evitar que Illa acabe siendo investido como presidente de la Generalitat: «Haremos todo lo que podamos para impedirlo».
«Lo intentaremos impedir de todas todas», insistió Turull, que alertó de que si Illa es president iniciará un «proceso de desnacionalización»; y entonces «el trabajo será salvar la nación».