El Parlamento escocés tiene potestades para hacer un referéndum consultivo sobre la independencia. Pero para celebrar uno vinculante necesita la autorización del Parlamento de Westminster.
Dado que el Reino Unido no tiene Constitución escrita y está formado por cuatro naciones, todo es muy ambiguo. Constitucionalmente esas naciones no tienen ningún poder explícito para poder llevar a cabo un referéndum separatista, pero tampoco hay ningún obstáculo, siempre que lo permita Westminster.
En el Acuerdo de Edimburgo que firmó Cameron con Salmond en 2012, Londres aceptó que había «una clara base legal» para el referéndum. May se resistiría más. «¿Puede haber un segundo referéndum en Escocia? Sí. ¿Debe haberlo? No», es la alambicada explicación de David Mundell, el ministro para Escocia de May.
El pasado viernes, May pronunció un enfático discurso unionista en Glasgow. La primera ministra escocesa, la separatista Nicola Sturgeon, no ha tardado en contestarle. En un documental que se emitirá en la BBC en la noche del jueves amenaza con un segundo referéndum de independencia en el otoño del año próximo, antes de que el Reino Unido complete su salida de la UE. Sturgeon reconoce que no ha tomado todavía la decisión, pero advierte que no va de farol.
Fuente: ABC
Por Confirmado: Gabriella Garcés