A menos de 2 meses de las elecciones municipales del 8 de diciembre, la dirigencia chavista ordena la reconquista de los votos perdidos en la elección del presidente Nicolás Maduro del 14 de abril con relación a los votos obtenidos por el presidente Chávez seis meses antes, en los comicios del 7 de octubre de 2012.
De acuerdo con las cifras oficiales del CNE, el presidente Chávez logró la reelección con 8 millones 191 mil 132 votos mientras que el presidente Maduro tuvo 7 millones 587 mil 579 votos para continuar la revolución socialista. Una diferencia de 603 mil 553 sufragios.
En sus análisis el jefe del Comando de Campaña Bolívar-Chávez, Francisco Ameliach, habla de 800 mil votos a recuperar. Durante un acto político en Vargas en días pasados, el también gobernador de Carabobo por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ordenó a las Unidades de Batalla Hugo Chávez (UBCH) (parte básica de la estructura de movilización para los comicios) a entregarse al casa por casa para contactar a esos electores perdidos que estaban tristes por la muerte del líder.
«Dedíquense al contacto casa por casa y a registrar los hogares de la Patria. Tenemos más de 8 millones en el 1 x 10 y, por los mecanismos del partido y por ustedes mismos que llevan una cuenta, se sabe que 800 mil compatriotas que fueron a votar el 7 de octubre, bueno, no lo hicieron el 14-A. Esa es una estrategia fundamental, tenemos que ir a tocarle la puerta a cada uno de esos 800 mil compatriotas, a preguntarle por que no salió a votar», dijo.
Ese día Ameliach agregó que habían hecho un estudio y la mayoría de esos estudios, el 92%, indicaban que no fueron a votar porque sentían tristeza por el fallecimiento y desaparición física del comandante Hugo Chávez, «pero ese dolor que podamos sentir todavía debe convertirse en la fuerza que nos impulse a obtener mil victorias y las que sean necesarias para llevar la Patria adelante», indicó el gobernador en esa actividad política.
El politólogo Heiber Barreto considera que la tarea no será sencilla y menciona una serie de observaciones que podrían poner en riesgo la encomienda de Ameliach. Entre los factores, especifica, está la situación económica: La votación del 14A tuvo que estar asociada con el fallecimiento del presidente Chávez, si bien ya habían ocurrido las devaluaciones el país no estaba aquejado por situación aguda de desabastecimiento de ahora. Pero eso no se puede extrapolar al 8D, la situación es distinta, está peor».
Otro aspecto que pone sobre la mesa Barreto es la situación dentro del PSUV con el tema de las candidaturas paralelas «y la rebeldía dentro del partido luego de que se dejaran por fuera nombres propuestos por la base para las elecciones municipales».
«Hay un voto en el chavismo más susceptible a los cambios en la efectividad de las políticas públicas del gobierno, mas susceptible a experimentar decepciones. Son precisamente los votos que Maduro no obtuvo. Ese es el sector más volátil del chavismo. También hay un voto duro, una voluntad que se han mantenido estable y que le ha brindado un apoyo constante a Chávez y luego a Maduro», indica.
Sin embargo, Barreto aclara que hay otras consideraciones que podrían entusiasmar a esa militancia decepcionada: el discurso del presidente Maduro al solicitar la Habilitante ante la Asamblea Nacional (AN). De acuerdo con Barreto la alocución «refresca la moral y el ánimo del pueblo chavista», pero también las consecuentes acciones que se deriven de ese discurso. «Eso podría moralizar al pueblo chavista». Además, también está «la división del lado de la oposición que es superior a la del oficialismo».
Contradicciones
Barreto señala que la orden del jefe de Campaña, Francisco Ameliach, de ir por esos votos, se contradice con «el tono amenazante utilizado por Maduro cuando dijo saber la identidad de los que no votaron por él el 14A y dónde vivían, etc. «No entiendo la lógica, porque se contradicen dos dirigentes.
Hay un mensaje de persecución y otro de enamoramiento. No se entiende la racionalidad que está imperando con este tipo de pronunciamiento (el de Maduro) frente al mensaje políticamente correcto de Ameliach, de persuadir, porque la política es convencer y eso antagoniza con lo dicho por el Presidente».
Fuente: EU