Olga López sabe bien lo que significa vivir sin agua. Su casa ubicada en la parte alta del barrio El Desvío en Pariata, parroquia Maiquetía del estado Vargas, antes la recibía por tubería cada 15 días. La severa sequía que afecta al litoral central ha incrementado este lapso. Ayer cumplía 43 días sin agua.
Por eso, ella junto a otras vecinas decidieron bajar sus tobos a la vía y trancar el tránsito en el casco de Maiquetía.
«Uno puede vivir sin gas, cocinas a leña. Hasta sin electricidad. Pero sin agua es horrible. Estoy acostumbrada a mis tobos y a racionar para que el tanque me dure, pero esto de no tener ni una gota de agua para bañarte, cocinar o lavar la ropa es desesperante. Todo parece sucio y el olor del baño es asqueroso. Nos prometieron unas cisternas. Vamos a protestar para presionar», explicaba la mujer mientras colocaba los pipotes en la calle.
Así como la protesta de López, sólo ayer en Vargas se registraron otras tres: en los sectores de El Rincón en Maiquetía, Mare Abajo en Carlos Soublette y Mamo en Catia La Mar.
De acuerdo a las propias autoridades, en los últimos quince días, cuando se han agudizado las fallas del suministro, se han registrado entre 3 y 8 protestas por día, en reclamo por la falla del servicio y en espera de cisternas gratuitas. La mayoría son en sectores populares de la entidad costera.
«Atendemos cada una de los reclamos ciudadanos. Entendemos que la situación es delicada, pero les pedimos que no se tranquen las vías. Los organismos públicos estamos concentrados en la distribución de agua por cisternas», dijo el Secretario de Seguridad Ciudadana de Vargas, Andrés Goncalves. Ayer Polivargas calmaba los ánimos en las protestas y custodiaban las cisternas.
Según fuentes de la Gobernación de Vargas, las cisternas que eran enviadas a los centros educativos, ahora se concentran en la distribución en las barriadas y en los edificios de la Misión Vivienda ubicados en el eje Caribe-Tanaguarena, aprovechando el asueto escolar.
Las autoridades anunciaron que esta semana iniciaron las obras para contar con un nuevo tendido eléctrico que garantice energía a la estación de bombeo de Puerto Maya, uno de los afluentes más importantes del Acueducto Vargas, que no está en funcionamiento por fallas del tendido eléctrico La Victoria-Puerto Maya. «Esto permitirá minimizar fallas en la línea, captar más líquido de esta fuente de abastecimiento y acortar ciclos», afirmó el gobernador Jorge García Carneiro.
Sobre una solución definitiva en materia de agua en Vargas nadie habla. Siguen esperando al Tuy IV, cuya construcción lleva tres años en mora.
NADESKA NORIEGA ÁVILA
EL UNIVERSAL
