Prodavinci:¿Venezuela debe decirle adiós al barril de petróleo a cien dólares?; por Víctor Salmerón

Prodavinci:¿Venezuela debe decirle adiós al barril de petróleo a cien dólares?; por Víctor Salmerón

Tras cuatro años durante los cuales el oro negro desafió las alturas, el precio del barril de petróleo sufre un estrepitoso derrumbe que ha llevado la cotización del Brent, cuya tendencia es seguida por el barril venezolano, hasta los 82 dólares, el nivel más bajo desde noviembre de 2010. Pero aún no está claro qué tan cerca pueda estar el piso.

 

Una demanda que desfallece por la fragilidad de grandes locomotoras de la economía global resta brillo al crudo. El PIB de Japón retrocedió en el segundo trimestre, al igual que el de Alemania, y  al mismo tiempo la Zona Euro emite señales de dirigirse a la tercera recesión en seis años. Si bien Estados Unidos muestra signos de vitalidad, en términos históricos se trata de una recuperación débil, mientras que China comienza a enfriarse.

 

El pasado 7 de octubre, el Fondo Monetario Internacional recortó sus proyecciones para el crecimiento mundial por tercera vez este año, señalando que en 2014 espera un avance de 3,3%. Y la Agencia Internacional de Energía difundió que anticipa un alza de la demanda de petróleo en 700 mil barriles diarios: unos 200 mil barriles menos que la previsión anterior.

 

Pero la fragilidad de la demanda no es el único factor que vulnera los precios del barril. También hay un crecimiento inesperado de la oferta. Gracias a la extracción de crudo de esquisto (shale en inglés), un tipo de roca rebosante de petróleo y gas inaccesible hasta la aparición de nuevas tecnologías, Estados Unidos produjo en septiembre 8,8 millones de barriles diarios. Ésa es una marca que implica un salto de 56% con respecto a septiembre de 2011, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía.

 

Un estudio de Wood Mackenzie difundido en octubre afirma que, al ritmo actual, en 2025 Estados Unidos podrá autoabastecerse de petróleo.

 

Al mismo tiempo, la sorpresiva habilidad que ha tenido Libia para elevar la producción en medio de una guerra civil añade más petróleo al mercado. Las cifras señalan que la extracción diaria en Libia aumentó 47% con respecto a agosto; e Irak, a pesar de la desestabilización que sufre por los combates contra el grupo terrorista ISIS, también incrementó el suministro.

 

Juego saudita. En medio de un desbalance donde la oferta supera a la demanda, normalmente la OPEP acuerda un recorte de producción. Pero en esta oportunidad el camino no luce despejado.

 

Arabia Saudita, jugador clave que coloca en el mercado 31 de cada 100 barriles provenientes de la OPEP, sorprendió a la organización con un aumento de la producción en septiembre y, el martes de esta semana, con una rebaja en el precio al que vende el barril a Estados Unidos. Este movimiento ha sido interpretado por analistas como una señal de que Arabia Saudita no es proclive a recortar producción para defender el precio. E incluso de que prefiere un crudo con menos brillo para golpear la rentabilidad de las inversiones que impulsan la extracción de esquisto en Estados Unidos.

 

“Básicamente los saudíes le han declarado la guerra a los productores de petróleo de Estados Unidos”, ha dicho Phil Flynn, analista de Price Futures Group a Reuters. Y según el jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, Ole Hansen, los saudíes quieren “reconstruir la cuota de mercado” en América.

 

Abdalá El Badri, Secretario General de la OPEP, emitió declaraciones que dejan ver esta intención. Señaló el pasado 29 de octubre, en la conferencia Oil & Money celebrada en Londres, que “si el precio sigue en 85 (dólares el barril), vamos a ver cómo se retiran del mercado muchas inversiones y mucho petróleo”.

 

Y podría haber sorpresas desagradables: varios analistas explican que la tecnología continúa avanzando y un reporte de la consultora Accenture señala que las empresas que extraen el crudo de esquisto están en capacidad de reducir el costo promedio de las operaciones hasta en 40% con un mejor manejo en planificación, logística y relaciones con los proveedores.

 

Otro factor que se debe tomar en cuenta es que los precios a los que la OPEP espera que la producción en Estados Unidos pierda rentabilidad se refieren al ciclo completo de extracción. Pero productores de Dakota y Texas ya han contratado plataformas y desembolsado buena parte de las inversiones, así que incluso a 75 dólares el barril Estados Unidos continuaría aumentando su producción.

 

La conspiración. La geopolítica también está presente en los análisis sobre el futuro del petróleo. Desde este punto de vista, ha tomado fuerza la teoría de que Arabia Saudita quiere impactar a la economía de Rusia para debilitar el apoyo que brinda al régimen de Bashar Assad en Siria.

 

Un declive prolongado de los precios del petróleo, que soportan la mitad del presupuesto del gobierno de Vladimir Putin, sería un golpe definitivo para la economía rusa, que ya sufrió el embate de las sanciones que acordó la Unión Europea como respuesta a la crisis en Ucrania.

 

Bank of America proyecta que Rusia se dirige a la recesión y el rublo se ubica en mínimos históricos con respecto al dólar, tras una depreciación de 26%, a pesar de que el Banco Central ha quemado una importante suma de reservas.

 

Otro factor que señalan los analistas es el interés de dañar a Irán, enemigo histórico de Arabia Saudita, que ya está sumergido en la recesión por el impacto de las sanciones que le han sido impuestas para desestimular los planes nucleares de Teherán. En 2012, de acuerdo con cifras oficiales, el PIB se desplomó 5,8% y el año pasado otro 2%.

 

En lo que fue interpretado como una clara alusión a Arabia Saudita, el ministro de petróleo de Irán, Bijan Zanganeh, señaló el pasado 7 de octubre que la OPEP toleraría la caída en los precios del petróleo “hasta que importantes miembros decidan reducir su producción”.

 

En lo que se considera un encuentro crucial, la OPEP se reunirá el próximo 27 de noviembre en Viena y se espera que se discuta a fondo la propuesta de países como Venezuela de recortar la producción para poder sostener los precios. Si bien varias voces han señalado que no consideran posible un acuerdo en este sentido, Ian Taylor, ejecutivo de Vitol, afirmó el martes de esta semana que se está subestimando la posibilidad de un recorte. “Todos dicen que no van a recortar (la producción) y yo no estoy ciento por ciento seguro. Creo que habrá discusiones serias en la reunión de la OPEP sobre una reducción”, dijo en una conferencia organizada por Reuters.

 

Sin embargo, Marco Dunand, presidente ejecutivo de Mercuria, señaló que “probablemente soy levemente más optimista sobre la posibilidad de un recorte, pero aún no lo veo como una probabilidad mayor a un 50%”. Además, el ministro de petróleo de Arabia Saudita, Ali al-Naimi, se encuentra en Venezuela para asistir a una conferencia sobre cambio climático y no se descarta la posibilidad de que discuta con miembros del gobierno venezolano el tema de la producción.

 

Las proyecciones. Las entidades financieras han comenzado a rebajar sus estimaciones para el precio del petróleo, dando alas a la percepción de que el descenso no será coyuntural. Los expertos de Goldman Sachs, en un informe difundido el 27 de octubre, señalan que esperan que el incremento de la producción supere la demanda. Por tanto, disminuyeron en 15 dólares el estimado para el Brent, que ahora debería situarse en un promedio de 85 dólares durante el primer trimestre de 2015.

 

Y hay datos del Sovereign Wealth Fund Institute que registran que, al cierre de septiembre de este año, el fondo de ahorros de Arabia Saudita contaba con 757 mil millones de dólares. Y ése es un escudo que permitiría soportar un período más o menos largo con un barril entre 80 y 90 dólares.

 

También hay consideraciones extremas. Jeffrey Gundlach, quien brilla en estos momentos como gestor de fondo y dirige las inversiones de DoubleLine, explicó a CNN Money que “estoy convencido de que Arabia Saudita quiere que el precio del petróleo caiga a 70 dólares […] No les importa soportar déficit a corto plazo. Les encanta apretar las tuercas a quienes tratan de hacer daño a Oriente Medio”.

 

Victor Salmerón

Prodavinci

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